Extremadura tiene actualmente alrededor de 131.500 hectáreas de riego en la demarcación de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, tanto en las Vegas Altas como Bajas, de las cuales más de 85.000 se riegan por inundación y alrededor de 24.000 has con una dotación de más de 10.000 m3 por ha.
Las principales presas que abastecen a esta superficie de riego, tiene una capacidad de 7.213 hm3 de agua y un volumen embalsado actualmente de 3.034 hm3, lo que supone el 42% de su capacidad total.
Este volumen embalsado, aseguran desde La Unión está disminuyendo en los últimos años debido a la escasez de precipitaciones y no parece que para esta campaña la cantidad de agua embalsada pueda aumentar de manera significativa.
Esta cuenca hidrográfica padece periódicamente restricciones de agua debido a que el sistema es deficitario. De esta forma el Presidente de la Confederación ha anunciado el posible recorte del 20% de la superficie regable para la próxima campaña.
Mientras esto sucede, la Junta de Extremadura está aprobando la puesta en riesgo de tres comarcas: Monterrubio de la Serena, Arroyo del Campo y Tierra de Barros con un aumento de la superficie regable de 20.522 nuevas hectáreas.
La Unión de Extremadura ha solicitado una reunión urgente al Presidente de esta Confederación para que explique de dónde van a sacar el agua para los nuevos regadíos si no hay para los ya existentes
Actualmente se están realizando inversiones para mejorar el sistema de acequias en varias comunidades de regantes, en el año 2.018 «¿es operativo seguir invirtiendo en canalizaciones para mantener los riegos por inundación?», se preguntan desde la organización agraria.
Por los estudios técnicos realizados por la Unión Extremadura, entienden que se podrían ahorrar alrededor de 170 hm3 anuales implantando sistemas de riegos localizados en vez de seguir utilizando e invirtiendo en riesgos por inundación.
