La Unión Europea sigue trabajando en fortalecer los controles sobre la alimentación del ganado

Agronews Castilla y León

1 de octubre de 2014

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Recientemente, AINIA ha organizado recientemente en Madrid una jornada sobre Residuos de Medicamentos Veterinarios en alimentos de origen animal: problemática, legislación y control, destacando, por un lado, el esfuerzo que se está realizando para lograr sistemas más efectivos en la detección de residuos de medicamentos veterinarios en los alimentos de origen animal; y, por otro, como la legislación de la UE es una de las más estricta del mundo, mucho más, por ejemplo, que la de Estados Unidos que sigue permitiendo el uso de hormonas en, al menos, una parte de su ganadería.

Los distintos ponentes destacaron que el conocimiento de la legislación sobre controles de inspección son elementos clave en la actividad agropecuaria. Las autoridades sanitarias, alimentarias y las propias empresas emplean mucho esfuerzo y tiempo en el control y prevención de este problema para evitar que afecten a la salud del consumidor. Así lo ponen en evidencia datos como que en 2013 la Unión Europea detectó 108 alertas relacionadas con residuos de medicamentos en productos alimenticios cárnicos y derivados, entre otros, mientras que en lo que ha transcurrido ya de 2014 la cufra se sitúa en 43, según datos del RASFF.

Una de las conclusiones obtenidas del encuentro es la necesidad de seguir estableciendo trabajando en la búsqueda de sistemas más efectivos de detección de residuos de medicamentos veterinarios en los alimentos de origen animal, como pueden ser: mayor control en el empleo de hormonas, implementación de autocontroles para la detección de residuos en mataderos, procedimientos de actuación por sospecha, trazabilidad, etc.

La Unión Europea sólo permite el uso de medicamentos en animales destinados a la producción de alimentos que hayan sido autorizadas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMEA). Además, limita la utilización de sustancias farmacológicamente activas sólo en animales productores de alimentos si han sido objeto de una evaluación de riesgo, con sólida base científica, y resultado favorable. De este modo, establece unos Límites Máximos de Residuos (LMR) y períodos de espera, que marcan el tiempo que debe transcurrir entre la última administración de un medicamento a un animal y la obtención de alimentos procedentes del mismo, necesarios para proteger la salud humana.



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