Como principal acuerdo alcanzado en la reunión del Consejo Consultivo de Política Agrícola para Asuntos Comunitarios que ha presidido en el día de hou, 12 de mayo, la Ministra de Agricultura, alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, la consejera de Castilla y León, Silvia Clemente, ha destacado la creación de un procedimiento de coordinación entre los países de la Unión para armonizar el uso de productos fitosanitarios en los distintos países que podría contar con un presupuesto de 400.000 euros. Se trataría de crear una plataforma de información que permita conocer aquellos productos que ya hayan sido autorizados por algún estado miembro para llevarlos a cultivos menores para dar respuesta o atajar determinadas enfermedades en otros países.
En este tema Clemente ha puesto como ejemplo para destacar la importancia de esta iniciativa lo sucedido en Castilla y León con la yesca tras la prohibición del arsenito sódico cuando no se ha encontrado un producto que permita aliviar la situación que están soportando en determinadas comarcas y denominaciones de orígenes un número importante de viticultores. Esa plataforma permitiría armonizar y coordinar el uso de ese productos fitosanitarios en esas superficie menores.
Junto a este tema, en el citado encuentro se ha tratado las mejora del uso de desperdicios así como las propuestas llegadas desde distintos países del norte de Europa, especialmente Dinamarca en este caso, de prohibir que los transportes de animales superan las 8 horas, planteamiento que llega, en opinión de Silvia Clemente, sin ningún tipo de argumento sólido y que sólo busca frenar las exportaciones que llegan desde el sur, pues no aportan nada a la seguridad alimentaria, a las productividad a las explotaciones…
Por último, y ya fuera del orden del día aseguraba la Consejera de Agricultura y Ganadería a los medios de comunicación se ha tratado la problemática que vive el ajo tras la firma del convenio con China que va a permitir la entrada de producciones procedentes de ese país, algo que ya no se puede parar, afirmaba Clemente, por lo que sólo queda trabajar para dar visibilidad a las producciones autóctonas a través de las distintas marcas de garantía, sellos de calidad… algo en lo que ya se está trabajando en Castilla y León.