La próxima cosecha de aceite de oliva pinta mal en Andalucía. Según las estimaciones que están llevando a cabo la organización COAG, calculan entre un 20 y un 30 por ciento las pérdidas de la cosecha respecto a lo esperado para este año, situación que podría agravarse si sigue sin llover.
La oliva de secano, seca y la de regadío no madurada
Aseguran que parte del olivar en secano está momificando y cayendo al suelo seco mientras que el que aún permanece está madurado pero con poca cantidad de aceite, por lo que el rendimiento es aún peor.
En cuanto al de regadío, a pesar de recibir agua, la sequía está mermando la calidad y la maduración óptima del fruto: “Nos encontramos en un momento en el que el fruto debe realizarla y crear más cantidad de ácidos grasos. Sin embargo, la falta de agua lo está impidiendo”. Por ello creen que la revisión de las cifras de la campaña será “a la baja” en cuanto acabe.