La Ruta devino Ribera del Duero: ¡Ven y Ribérate!

Agronews Castilla y León

23 de septiembre de 2017

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La Ruta del Vino Ribera del Duero recorre las cuatro provincias castellano y leonesas que engloba la Denominación de Origen homónima, Burgos, Segovia, Soria y Valladolid. Se extiende por una franja de 115 kilómetros de este a oeste y apenas 35 de norte a sur y cuenta con más de 21.000 hectáreas de viñedo.

Está integrada por 282 asociados y adheridos. Entre ellos se encuentran 88 pueblos, cinco asociaciones, incluido el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero, 54 bodegas, 46 alojamientos, 30 restaurantes y 24 museos y centros de interpretación, entre ellos seis dedicados en exclusiva al vino. Enotecas y comercios, establecimientos de ocio y oficinas de turismo completan el listado de adhesiones a este proyecto turístico que nació en el año 2006.

Tras once años de vida, la Ruta del Vino Ribera del Duero se ha consolidado como destino turístico de interior a nivel nacional, posicionándose como una de las tres Rutas del Vino de España más visitadas. Pero seguimos trabajando día a día, para mejorar la experiencia de nuestros visitantes, porque hay una Ribera para cada persona y para cada ocasión: escapadas románticas o con amigos, vivir unas vacaciones en familia diferentes, respirar aire puro rodeado de naturaleza, adentrarse en las galerías de bodegas subterráneas, disfrutar de la buena mesa, perderse en las calles de los pueblos, empaparse de historia y patrimonio o relajarse con un tratamiento de vinoterapia, son algunas de las muchas propuestas que os están esperando.

Toda una invitación a conocer una tierra en la que se respira, se vive y se ama el vino…

SIEMPRE EL DUERO COMO COMPAÑERO DE VIAJE

La Ribera del Duero se encuentra en la meseta norte y recorre parte de las provincias de Burgos, Segovia, Soria y Valladolid. El cauce del río Duero marca el paisaje de esta tierra, salpicándola de suaves colinas, valles y páramos donde se entremezclan los cultivos de la vid y el cereal.

Llevar el apellido de este río es un honor para la comarca y se convierte en elemento protagonista de todo el territorio, vertebrando y promoviendo históricamente su desarrollo.

Junto a su cauce aparecen diseminados los pueblos y villas que han desarrollado las actividades agrarias y turísticas, como la Senda del Duero GR-14: una senda de 42 etapas desde el nacimiento del río hasta su desembocadura, 5 de las cuales pasan por la Ruta del Vino Ribera del Duero.

Precisamente entorno al río se ha fomentado la práctica de algunos deportes y actividades al aire libre, como el piragüismo, paseos en barca, senderismo o el cicloturismo.

[[{«fid»:»35849″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:667,»width»:1000,»style»:»width: 400px; height: 267px; border-width: 5px; border-style: solid; margin: 5px; float: left;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]Paralelamente, la Ruta del Vino cuenta con 20 senderos de pequeño recorrido en la parte de Burgos, iniciativa de la Asociación de Desarrollo Rural Ribera del Duero Burgalesa, en la zona de Soria se cuenta con varios caminos de la Ruta del Cid o sendas que discurren entre templos románicos y el Duero. Si nos adentramos en Valladolid, encontraremos pasarelas que cruzan el Duero y lo conectan con el afluente Duratón o enclaves tan singulares como el Anillo de Valbuena, en el que podremos recorrer varias rutas, así como disfrutar de la isla que forma el río o la pesquera natural.

Pero hay mucho más que sendas en la Ribera, el visitante podrá disfrutar de otras riquezas naturales como la observación de aves en parajes tan destacados como el Parque Natural Hoces del Río Riaza (Segovia), primera reserva de buitre leonado de España, con una rica comunidad de aves rupícolas y acuáticas. Dentro del Parque encontraremos además vestigios de la Ermita del Casuar, atribuida a la orden templaria.

En Bocos de Duero (Valladolid) se encuentra el Pico Gurugú, un monte que se alza a los pies del pueblo y que domina el Valle del Cuco.

A las afueras de la villa de Caleruega (Burgos) nos encontramos con este hermoso paraje natural donde se encuentran Las Loberas, que cuentan con una torre mirador desde la que asombrarse con sus maravillosas vistas. Pinares y encinas milenarias dominan el paisaje.

PATRIMONIO EN CADA RINCÓN

Los vinos de Ribera del Duero son la puerta de entrada a una extensa y variada muestra patrimonial, signo de la riqueza cultural, histórica y artística de la región. La Ruta del Vino Ribera del Duero ofrece al visitante pueblos con encanto, en los que puedes encontrar, monumentos, castillos, torreones, claustros, plazas con rollo, conventos de clausura, monasterios, templos, museos y palacios.

Construcciones del Románico, el Gótico o el Medievo llenarán de espectaculares instantáneas y recuerdos imborrables la memoria del visitante. Así es la Ribera del Duero, una tierra que fue frontera natural entre moros y cristianos, que ofrece a los visitantes impresionantes atalayas, imponentes fortalezas y un legado artístico y cultural sin precedentes, fruto de su excelente ubicación y legado histórico.

Hablar de la Ruta del Vino es hablar del románico de Soria, de los Monasterios de La Vid y Valbuena, de castillos como los de Langa de Duero, Peñaranda de Duero y Peñafiel, de Yacimientos Arqueológicos como el de Roa de Duero o Pintia, en Padilla de Duero. Pero también de emblemáticos templos como las iglesias de Gumiel de Izán, Sotillo de la Ribera o la Ex Colegiata de Roa.

[[{«fid»:»35850″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:1250,»width»:2500,»style»:»width: 400px; height: 200px; border-width: 5px; border-style: solid; margin: 5px; float: right;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]GASTRONOMÍA

La gastronomía de los pueblos de la Ruta del Vino Ribera del Duero marida a la perfección con los excelentes vinos de la región. Las diferentes propuestas culinarias están marcadas por un estilo propio que sabe a cocina tradicional, sin olvidarnos de la cocina de autor, cada vez más presente en la Ribera del Duero y que utilizan materias primas de calidad. Uno de los protagonistas, es el cordero lechal, que resulta una delicia para los paladares más exquisitos. Pero el recetario castellano es mucho más amplio: embutidos como la morcilla o el chorizo, queso, setas, sopa castellana, chuletillas de cordero, selectas carnes de caza, torta de aceite, empiñonados, hojaldres y yemas, son sólo algunos de los platos típicos de la zona. Al castellano le gusta comer y disfrutar con los placeres de la buena mesa.

Otra de las tradiciones mejor conservadas en La Ribera del Duero es ‘ir de tapas’, sea con los amigos o con la familia. Cualquier momento es bueno para reunirse en torno a una botella de vino con Denominación de Origen de Ribera del Duero y las delicatesen que ofrece esta tierra.

EL VINO SIEMPRE PRESENTE

La viña y el vino han marcado el paisaje de la Ribera del Duero, la personalidad de sus gentes, el patrimonio y la cultura. Un lazo inseparable para entender la Ribera del Duero como territorio de vino. Las primeras referencias vinícolas de la zona se remontan 2.000 años en la historia: aunque no hay referencias concluyentes, varios historiadores y geógrafos como Ptolomeo relatan en sus obras la actividad vitivinícola de los celtíberos y vacceos de la cuenca del Duero, cuando las tropas romanas se disponen a conquistarla. Precisamente los romanos dejarán vestigios del cultivo de la vid y elaboración del vino en la Ribera del Duero a través de obras de arte como el mosaico romano de más de 60 metros cuadrados en honor al Dios Baco, considerado el más grande la península. Son muchos los monumentos que incluyen referencias al vino: racimos de uvas en capiteles de iglesias, nombres de templos como el Monasterio de La Vid o patronas como la Virgen de las Viñas, de Aranda de Duero.

Y cómo no, la multitud de barrios de bodegas subterráneas y lagares, presentes en la mayoría de pueblos, como el de Atauta, el más grande de la Ribera del Duero y probablemente uno de los más grandes de España, o como el de Moradillo de Roa, actualmente en rehabilitación con un interesante proyecto turístico para su conservación y apertura al público, que ha sido reconocido con varios premios y tomado como ejemplo de buenas prácticas.

LOS VINOS DE LA RIBERA DEL DUERO

Los Ribera tienen un denominador común: la uva Tempranillo. Bajo el nombre de Tinta del País o Tinta Fina se ha dado a conocer un fruto autóctono propio de la Ribera del Duero, que aporta el color, el aroma y el cuerpo para que nuestros vinos sean irrepetibles. Junto a la Tempranillo, el Consejo Regulador permite otras variedades: tintas como Cabernet-Sauvignon, Merlot, Malbec y Garnacha Tinta o la única blanca autorizada, la Albillo o Blanca del País. Son seis variedades de uva para un sabor excepcional e inconfundible, que marca la calidad en cada botella.

En la Ribera hay un vino para cada persona y para cada ocasión. Las más de 900 marcas que llevan el sello Ribera del Duero son la imagen de 8.000 viticultores y más de 270 bodegas que se dedican en cuerpo y alma al cultivo de la vid para que con cada descorche, la experiencia sea inolvidable. ¡Salud!



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