El 17 de septiembre de 2024, el Consejo de Gobierno de La Rioja ha dado luz verde a una inversión de 306.547,45 euros destinada a fortalecer los programas de vigilancia, control y erradicación de las enfermedades animales. Esta cifra, significativa para el ámbito ganadero, busca no solo proteger la salud de los animales, sino también garantizar la productividad de las explotaciones ganaderas, salvaguardar la salud pública y mejorar la calificación sanitaria de las explotaciones.
El objetivo primordial de esta acción es reforzar el sector ganadero riojano, mediante una intervención que facilita el movimiento comercial pecuario. La medida, aprobada por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente, se enmarca dentro de los programas sanitarios obligatorios a nivel nacional, pero que son responsabilidad de las comunidades autónomas.
Destinación de los fondos: Prioridades sanitarias
Dentro del marco de esta iniciativa, los 306.547,45 euros se destinarán a financiar varios programas esenciales, cada uno con una asignación presupuestaria específica. A continuación, se detallan las áreas clave que recibirán apoyo financiero:
1. Erradicación de la tuberculosis bovina y control de la brucelosis
El mayor porcentaje del presupuesto, específicamente 250.373,20 euros, estará dirigido a la erradicación de la tuberculosis bovina, un problema de gran relevancia en el sector ganadero. Además, se incluye el control de la enfermedad en ciertas explotaciones caprinas, así como la vigilancia y control de la brucelosis bovina. Esta enfermedad no solo afecta a los animales, sino que también puede tener implicaciones graves en la salud pública, dado su potencial de transmisión al ser humano.
2. Vigilancia de la brucelosis ovina y caprina
La brucelosis ovina y caprina también será objeto de atención, con una asignación de 10.164,00 euros. Este programa tiene como fin evitar brotes que afecten la producción de las explotaciones ganaderas, garantizando que los animales y, por ende, los productos derivados, cumplan con los estándares sanitarios requeridos.
3. Control de las encefalopatías espongiformes transmisibles (EETs)
Otra de las áreas de mayor relevancia es la vigilancia, control y erradicación de las encefalopatías espongiformes transmisibles (EETs) en el ganado vacuno, ovino y caprino, con un presupuesto de 31.853,25 euros. Las EETs, entre las que se incluye el mal de las vacas locas, son enfermedades neurodegenerativas que afectan gravemente tanto a los animales como a la percepción del público sobre la seguridad alimentaria. Controlarlas es esencial para mantener la confianza del consumidor y proteger la salud pública.
4. Vigilancia en ganado porcino y lucha contra la enfermedad de Aujeszky
Por último, se destinarán 14.157,00 euros a programas de vigilancia de enfermedades del ganado porcino, como la peste porcina africana (PPA), la peste porcina clásica (PPC) y la enfermedad vesicular porcina. Además, se reforzarán los esfuerzos para la erradicación de la enfermedad de Aujeszky, otra dolencia que afecta a la industria porcina y que requiere control riguroso para evitar su expansión.
Novedades clave en la campaña de 2024
El presupuesto aprobado para estos programas no solo refleja la continuidad de las políticas sanitarias, sino que también introduce novedades importantes respecto a campañas anteriores. Una de las modificaciones más destacadas es la flexibilización de algunas medidas en el programa de erradicación de la tuberculosis bovina.
Entre estas novedades se encuentra la desaparición de las pruebas premovimiento para el traslado directo de terneros a cebaderos cerrados. Además, se contempla la eliminación de una segunda vuelta de inspección en establecimientos con calificación T3 histórico (T3H), siempre que hayan mantenido esta calificación de manera ininterrumpida durante al menos tres años y estén ubicados en comarcas con una prevalencia superior al 3%.
Otro de los cambios relevantes es la exclusión de la vigilancia de la rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR) del programa oficial, dado que las pruebas de detección serán reemplazadas por una campaña de vacunación. Este cambio, basado en las recomendaciones del Foro de Sanidad Animal, refleja un enfoque más preventivo y menos invasivo, alineado con las tendencias actuales en sanidad animal.
Los veterinarios: Pilares fundamentales del éxito
Los veterinarios autorizados juegan un papel esencial en la ejecución de estos programas. Los profesionales que participen en las actuaciones relacionadas con este contrato deberán estar reconocidos oficialmente por la Dirección General de Agricultura y Ganadería, mediante una resolución de reconocimiento. Este requisito garantiza que los veterinarios cuenten con la formación y acreditación necesaria para llevar a cabo las tareas de vigilancia, control y erradicación de enfermedades.
Impacto en la salud pública y el sector ganadero
La inversión aprobada no solo busca proteger a los ganaderos riojanos y asegurar la productividad de sus explotaciones, sino también salvaguardar la salud pública. Algunas de las enfermedades animales, como la brucelosis o la tuberculosis bovina, tienen el potencial de ser transmitidas a los humanos. Al reducir la prevalencia de estas enfermedades, se reduce también el riesgo de contagio a la población humana.
Además, la sanidad animal está directamente vinculada al desarrollo económico de la región. Al mejorar la calificación sanitaria de las explotaciones y facilitar el movimiento comercial pecuario, se fortalecen los lazos comerciales y se abre la puerta a nuevas oportunidades tanto a nivel nacional como internacional.
Conclusión: Un paso adelante en la sanidad animal
La decisión del Gobierno de La Rioja de destinar más de 300.000 euros a la mejora de la sanidad animal refuerza el compromiso con el sector ganadero y la salud pública. La introducción de nuevas medidas, como la flexibilización en el control de la tuberculosis bovina y el cambio de estrategia frente a la rinotraqueítis infecciosa bovina, demuestra un enfoque moderno y adaptado a las necesidades del sector.
La correcta ejecución de estos programas sanitarios será clave para garantizar la sostenibilidad y productividad del sector ganadero riojano, mejorando no solo la salud de los animales, sino también la calidad de vida de los ciudadanos.