La remolacha en un hilo en Palencia

Agronews Castilla y León

4 de marzo de 2023

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La Comisión Europea en 2018 prohibió, recuerdan desde ASAJA Palencia, diversos insecticidas (clotianidina y tiametoxam) que forman parte de la familia de los neonicotinoides, el uso de estas materias activas parece ser que es muy perjudicial para las abejas y uno de los usos que tenían era proteger la semilla de remolacha así como al propio cultivo, dado su carácter sistémico y persistencia. Sin ser un experto en la materia cualquiera puede pensar a qué flores de la remolacha van las abejas a buscar el néctar con el que fabrican la miel cuando la remolacha es un cultivo bianual en el que salvo casos anecdóticos las plantas no producen flor el primer año, sí el segundo pero llegado ese momento la remolacha se he recolectado por lo que sólo se busca la producción de flor en parcelas muy concretas para conseguir los glomérulos que se pildoran y venden como semilla de remolacha.

Con toda lógica, durante varias campañas el MAPA ha estado concediendo una autorización excepcional para el uso de neonicotinoides en el cultivo de remolacha azucarera, ya que no existe una alternativa viable económica y agronómicamente, algo que ha permitido manejar la remolacha con normalidad pese a la prohibición general. Desgracidamente, hace pocos días el Tribunal Superior de Justicia Europeo ha cortado esta práctica tras varias reclamaciones dejando a los remolacheros a su suerte, lamentan desde ASAJA Palencia, para más inri días antes del inicio de las siembras, por lo que en las próximas semanas se tendrá que sembrar con semilla que haya sido pildorada sin neonicotinoides con la incertidumbre del manejo del cultivo sin el uso de estas sustancias que tanto bien han hecho al sector remolachero. El precedente no es bueno, hace dos años en Francia, según indican la Confederación Internacional de Productores Europeos de Remolacha (CIBE) y el COPA-COGECA, el virus del amarilleamiento de la remolacha -transmitido por la picadura de los pulgones y que hasta ahora no resultaba un problema para la remolacha- provocó una bajada de la producción del 30%. Una alternativa clara al uso de estas sustancias no existe y estar cada diez días aplicando otros insecticidas no parece lo más indicado, ni en lo ambiental ni en lo económico. Se debería estudiar una alternativa real que permitiera mantener la seguridad en las producciones de remolacha, no se puede dejar el beneficio en manos de los insectos.

En el lado positivo está la cooperativa ACOR, que ha hecho público su acuerdo para abonar al menos 71 euros por tonelada a los remolacheros que entreguen remolacha esta campaña, condicionados a la percepción de la ayudas asociada y la agroambiental de la PAC, algo que hace imprescindible la publicación de la convocatoria de estas ayudas para que el agricultor sepa las cartas con las que juega. Ojalá este cultivo perdure en Palencia ya que forma parte de su historia aunque ahora se siembra mucho menos. Nuestra provincia rondaba las 8.500 hectáreas en el año 2002 mientras que en 2021 ya sólo nos quedaban 1.615 hectáreas. 2022 ha sido un año mucho peor por la escasez de agua en los sistemas Carrión y Pisuerga y sólo se han alcanzado las 791 hectáreas, sumando el cultivo de remolacha y el plantón del que se obtiene la semilla en la zona norte.



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