Después de que hace 15 días fuera visto un ejemplar de lobo ibérico en la finca de Las Cañadas (Villarino de los Aires) durante la celebración de una montería, los ganaderos de la zona se temían lo peor, y los últimos hechos apuntan a que los temores se están confirmando tras que se hayan registrado los primeros ataques.
El pasado lunes, un ganadero de Valsalabroso, Adolfo Martín Martín, se encontraba con dos ovejas muertas y hasta cinco heridas como consecuencia de un ataque de cánidos, sin poder determinar con certeza la especie causante de estos daños, aunque todos los indicios apuntan a un lobo.
Asimismo, ayer martes, 1 de diciembre, un ganadero de Fuentes de Masueco, localidad próxima a la anterior y perteneciente al Parque Natural Arribes del Duero, se encontraba con uno de sus becerros, de pocos días, totalmente devorado. Este ataque ha sido denunciado a Medio Ambiente y la patrulla de control habría certificado ser obra de un lobo, según manifestaron a este diario familiares del propietario, Juan Luis Delgado.
El ataque se producía en la zona conocida como ‘Las Perdices, próxima al casco urbano de Fuentes de Masueco, a menos de un kilómetro, y del animal hallado muerto se ha observado que el lobo se alimentó ingiriendo gran cantidad de carne. Según las mismas fuentes, el domingo dos personas habrían observado un gran ejemplar de lobo entre una partida de vacas en La Peña.
Por otro lado, el ataque denunciado el pasado domingo en Encinasola de los Comendadores, en el que se contabilizaron ocho ovejas muertas y siete heridas, la patrulla de control del lobo ha certificado que los autores fueron perros, posiblemente dos animales de distinto tamaño, aunque los hechos ocurridos días después en municipios no muy alejados de este hace que la opinión de los agentes medioambientales no sea compartida por el propietario de este rebaño.