La Lonja Agropecuaria de Toledo ha analizado, durante la celebración de su cuarta Asamblea General Ordinaria, la evolución del mercado cerealista en 2018, un año marcado por la buena cosecha regional, con 4,13 millones de toneladas, que suponen el 17% de una producción nacional que, este año, ha alcanzado los 24 millones de toneladas y que ha registrado, a partir del segundo semestre del año, ligeras subidas en los precios de los cereales de otoño-invierno, incluidos los dos más sembrados en Toledo: cebada y trigo.
Los miembros de la Mesa de Cereal han estado acompañados por la directora general de Agricultura y Ganadería de Castilla-La Mancha, Cruz Ponce y por el director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, José Luis Rojo Braojos, quienes han asistido, después de la Asamblea, a una de las reuniones de la mesa de precios.
Los integrantes de la Mesa de Cereales han dividido 2018 en dos periodos a la hora de hacer un balance anual del año. La primera mitad se ha caracterizado por la falta de producto nacional, debido a la baja producción del año 2017, y por la necesidad de abastecerse prácticamente en exclusividad de materias primas importadas. Los principales consumidores de cereal de la provincia de Toledo, que son las cooperativas de pienso integradas por ganaderos, han incrementado durante este período sus compras del mercado exterior que, de por sí, es el principal abastecedor para la elaboración de piensos de alimentación animal. Sin embargo, a partir de la siega, con la entrada en el mercado de la nueva cosecha, se invierte la tendencia importadora, y de los puertos españoles de Valencia, Cartagena, Huelva y Tarragona empieza a salir materia prima nacional (cebada y, en menor medida, trigo) destinada a la exportación, debido, principalmente, a la mala campaña cerealista de algunos de los principales países productores europeos.
En lo que respecta al mercado de cereal, el maíz ha mostrado una gran estabilidad en el precio durante todo el año. La incidencia del mercado internacional, en un cultivo deficitario en España y que cubre sus necesidades con importaciones de alrededor del 60 por ciento procedentes, sobre todo, de Estados Unidos, Argentina y Brasil, ha marcado las cotizaciones del producto.
Un caso distinto ha sido el de los cereales de otoño-invierno. La cebada es el principal cereal producido en Toledo, y su precio se ha situado entre un 10 y un 12 por ciento por encima del maíz, cuando la tendencia suele ser la inversa. La producción nacional de cereales de otoño-invierno ha subido este año un 57% por ciento con respecto a 2017 cuando la sequía provocó una de las peores campañas de los últimos años. A pesar del aumento de la oferta nacional, la salida de parte del producto nacional debido al descenso de la cosecha en algunos países productores europeos ha propiciado una subida de precios a partir de agosto, con cotizaciones al alza durante el último semestre del año, si bien en diciembre se ha apreciado un leve descenso coincidiendo con el freno de las exportaciones.
Los representantes de las cooperativas de pienso que forman parte de la Lonja Agropecuaria de Toledo han señalado que esta dinámica de precios ha provocado un incremento del consumo de maíz para alimentación animal.
Así mismo, durante la Asamblea, los integrantes de la Lonja Agropecuaria de Toledo han destacado las buenas perspectivas con respecto a la próxima campaña de cereal, debido a las buenas condiciones de humedad y temperatura que han acompañado la sementera y que están facilitando una buena nascencia en la mayor parte de la provincia, si bien aún quedan muchos meses para la cosecha en verano y cualquier adversidad climática puede modificar las previsiones iniciales.
La Lonja Agropecuaria de Toledo está integrada por ASAJA de Toledo, en representación del sector productor, y por algunas de las más importantes cooperativas y fábricas de pienso de la provincia, que consumen al mes entre 30.000 y 35.000 toneladas de materias primas.