En la mañana de hoy, 2 de mayo, la Consejería de Agricultura y Ganadería de la mano del Director General de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias, Jorge Llorente, ha firmado un convenio con el Consejo de Colegios de Veterinarios de Castilla y León que posibilitará el desarrollo y extensión del uso de la recete electrónica veterinario en la comunidad autónoma.
Llorente ha señalado el importante trabajo que la región, «con el sector ganadero a la cabeza» ha destacado, está llevando a cabo un tema vital como es la sanidad animal, «estamos realizando cada año más de 3 millones de chequeos en los programas de vigilancia y erradicación de enfermedades animales, analizando más de 50 enfermedades diferentes de las que el 30% son zoonosis y prestando especial atención a algunas como la brucelosis y la tuberculosis bovina«. «En el caso de la primera, quiso destacar el Director General, hemos logrado que en 2016 no se diese ni un sólo positivo, logrando la declaración de oficialmente indemnes para Burgos, Soria y Valladolid, calificación que vamos a solicitar sea extensiva a Zamora, si todo marcha como hasta ahora», puntualizó.
«Mientras que en el caso de la tuberculosis hemos avanzado de tal forma que el 81% de los cebaderos de Castilla y León pueden acceder a todos los mercados internacionales sin realizar pruebas previas, logrando, además, que, en 2016, sólo el 1,87% de las explotaciones hayan sido positivas, con una reducción de la prevalencia en los últimos 10 años de más del 55%, especialmente en provincias muy ganaderas como Salamanca, Segovia o Zamora», concluyo Llorente.
La firma del citado convenio entre la Consejería de Agricultura y Ganadería y el Consejo de Colegios Profesionales de Veterinarios tiene como objetivo encomendar a los misma la implantación de una base de datos de recetas única así como el desarrollo de un modelo normalizado de las mimas. Junto a esto, se va a trabajar en la implantación de la receta veterinaria electrónica entre los cerca de 1.000 profesionales que se dedican a esta actividad ganadera, con lo que se logrará el desarrollo de una base de datos fiable sobre el consumo real de medicamentos, la obtención inmediata de información fiable sobre la correcta prescripción de medicamentos veterinarios, la reducción de riesgos en las producciones ganaderas en temas vitales como las dosis o la adecuación del medicamento a la especie en concreto afectada así como el desarrollo de resistencias a los antimicrobianos y evitará el uso de medicamenteos ilegales.
