La Interprofesional de la Patata de Francia destaca, en un reciente informe, la reducción del consumo vivido en la campaña 2021-22.
Las compras son un 13% menos en volumen que en 2020-21 y un 6% menos que la campaña anterior a la crisis sanitaria de 2018-19. Una combinación de fenómenos que se suman a lo largo de la campaña.
La cosecha de 2021 se retrasó por las condiciones meteorológicas y las operaciones de reentrada se vieron interrumpidas. Al mismo tiempo, el consumo de los hogares desciende con la reapertura de las instalaciones de restauración colectiva en septiembre. En octubre, la patata y todos los productos frescos y de gran consumo bajan (5,2% respecto a 2020). Al final del año, la patata, al igual que otras hortalizas de invierno, no goza del favor del consumidor francés y la temporada festiva no crea la locura esperada. El suave invierno que siguió no permitió alcanzar el pico de consumo habitual. Además, la preocupación por poder adquisitivo (fuente de preocupación, a partir de marzo de 2022, para más de uno de cada dos hogares) se suma a una situación ya complicada. En marzo, los franceses se entregan a las «compras de pánico» de productos de «fondo de armario» (algunos de los cuales experimentan subidas de precios de dos dígitos, como la pasta seca, el arroz, las legumbres secas y las conservas), en detrimento de los productos frescos. La primavera y el principio del verano continúan esta espiral descendente, a pesar de la llegada de las patatas tempranas. Las compras son las más bajas de toda la campaña.
Las familias consumen menos patatas
Aunque hay tantos compradores de patatas como en 2020-21, han reducido su cesta un 4% (y un 1,8% respecto a 2018-19) y su frecuencia de compra un 9,3% (y un 4,6% respecto a 2018-19). Todas las categorías de hogares han reducido su consumo de patatas. Pero del descenso de 103.000 T desde 2020-21, las familias (caracterizadas por un hogar con al menos un bebé, un niño o un adolescente) representaron el 46% del descenso global y el 56% frente a 2018-19.
Los tamaños más pequeños se adelantan a la tendencia
Las compras de tamaños más pequeños (de 2 kg o menos) crecen, un 43% en volumen respecto a 2019-20 y un 74% frente a 2018-19. Estas unidades de venta, sobre todo las que se venden entre 1 kg y 2 kg, siguen ganando cuota de mercado (10 puntos en las 3 últimas campañas), en detrimento de la de 2,5 kg, que ha perdido 9 puntos en 3 años. Hay una moda generalizada por los formatos de 1 a 2 kg (todas las categorías de compradores) y representan el 20% de los volúmenes comprados.
Precios estables
Adiferencia de otros productos cotidianos, en el caso de las patatas no se ha observado inflación y los precios medios al consumidor se mantienen en línea con las campañas anteriores (1,17 euros por kilo, es decir, un nivel estable en comparación con la media de tres años).
