La campaña 2015 ha sido la primera del nuevo periodo de la Política Agraria Común (PAC) 2015-2020, en el que se ha aplicado un nuevo sistema de ayudas para la agricultura y la ganadería, basado en un complejo sistema. Ante el reto que han supuesto estos cambios, que han requerido de nuevos controles y la implementación de nuevas tecnologías, el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARP) ha simplificado las tramitaciones y ha hecho los pagos en el plazo establecido: en total las ayudas directas han supuesto 262,5 M € para el sector agrario catalán.
Esta cifra significa una pérdida de 5 M € en los últimos 2 años para el sector agrario catalán, según ha explicado la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Meritxell Serret.
Según la consejera, una vez más la aplicación de la PAC con un criterio de reparto de fondos estatal no responde a las necesidades de los diferentes sectores de producción catalanes, algunos de los cuales salen especialmente perjudicados, como es el caso de la vid y la fruta dulce. Es por este motivo que desde Cataluña se reclama la transferencia directa de los fondos de la PAC que le corresponden, el sobre catalán, para poder diseñar un modelo propio, que permita una mejor gestión de las ayudas, adaptados a la realidad agraria de Cataluña.
De los 262,5 M € abonados en la campaña 2015, 233,7 M € corresponden a ayudas no asociados a la producción (pago base, pago verde y complemento de jóvenes), de los que se han beneficiado 49.551 agricultores; 24 M € son ayudas asociadas a producción ganadera, con 4.482 beneficiarios, y 4,6 M € son de ayudas asociadas a los cultivos, que han beneficiado 13.375 productores.
Por primera vez esta PAC ha incorporado la figura de agricultor activo, de forma que las ayudas se destinan a personas que acrediten su actividad. Este hecho ha supuesto que se haya reducido el número de beneficiarios respecto a las campañas anteriores, pero que las ayudas se hayan concentrado en las personas que ejercen la actividad agraria y asumen el riesgo empresarial.
Respecto al año anterior, la PAC 2015 ha supuesto una reducción de las ayudas de 730.494 € y respeto en 2013 el descenso fue de € 5.090.420. Además, el actual modelo de PAC, con unos criterios estatales en el reparto de las ayudas, penaliza sectores de producción con mucho peso en Cataluña. Penaliza el modelo vitivinícola catalán, basado en una producción de calidad en torno a las denominaciones de origen, ya que el dinero por las ayudas que recibe este sector se generaron con las ayudas a la destilación de alcoholes de vinos de baja calidad , situación que sí beneficia otras comunidades autónomas que llevaron mucha más producción a la destilación que Cataluña. La fruta dulce es otro sector que sale perjudicado con el actual modelo de la PAC, ya que el dinero por las ayudas que recibe este sector se generaron en la fruta que fue a transformación, por lo que queda fuera toda la superficie de fruta que iba a consumo como fruta fresca.
Ante esta situación, que se arrastra por el mantenimiento de la referencia histórica de las ayudas, el objetivo de Cataluña es disponer de sus propios fondos para poder definir una PAC propia y ajustada a la realidad del sector agrario catalán, que sirva para orientar -el hacia una mayor competitividad y sostenibilidad, con el objetivo final de garantizar la producción de alimentos sobre la base de unas producciones buenas, sanas y seguras.
