Sigue el avance de la Interprofesional de la Patata de Castilla y León, seguramente mucho más lento de lo que el sector reclama pero distintas circunstancias la están condicionando, aquí nadie puede olvidar que los buenos precios de esta campaña han provocado «cierto olvido» entre los cultivadores.
La definición de la representatividad de la parte productora, para la constitución de la Interprofesional se necesita que, al menos, el 50% de los cultivadores se sientan representados por las asociaciones que formarán parte de la misma, está siendo un importante freno en la puesta en marcha de esa entidad. Así, hasta la fecha y según se ha puesto de manifiesto en la reunión que se ha celebrado recientemente en la sede de la Consejería de Agricultura y Ganadería, los profesionales que ya han cedido su representación suman el 25% de la parte productora, de tal forma que unos 800 agricultores de los, aproximadamente, 3.300 a los que se remitió desde la Administración Regional la documentación necesaria para que la cumplimentasen lo han hecho, por una cuantía total de 4.700 hectáreas, frente a las 20.000 que, más o menos, cada año se destina a este cultivo.
Ante esta situación, todas las partes se han dado de plazo hasta el inicio de 2017 para conseguir esa cesión de representatividad de la parte productora sin la que no se puede poner en marcha la citada interprofesional, que no se puede olvidar es una de las reivindicaciones históricas del sector de la patata no sólo en Castilla y León sino también para el conjunto de España.
Para tratar de solventar esta situación se van a volver a remitir a los cultivadores de la patata que todavía no hayan rubricado con su firma la creación de esta interprofesional los documentos necesarios para que los cumplimenten y los reenvien a la Administración Regional, es especialmente significativa la falta de respuesta en la provincia de Valladolid, mientras que el porcentaje de respuesta positiva es más alto en el norte de Palencia o Burgos.
