Para la campaña 2022/23, las perspectivas iniciales, emitidas desde la FAO, para la producción de cereales en 2022 apuntan a un probable descenso, que representaría la primera disminución en cuatro años. Sobre la base de la situación de los cultivos ya plantados y las intenciones de siembra en relación con los que todavía deben plantarse, se prevé que la producción mundial de cereales caiga hasta 2 784 millones de toneladas (incluido el arroz elaborado), lo que supone un descenso de 16 millones de toneladas respecto de la producción récord estimada para 2021, lo que se traduce en una reducción porcentual del 0,6%.
Entre los cereales principales, se prevé que el maíz sufra la mayor disminución, seguido del trigo, este caería un 0,8% desde los 776,8 millones a los 770,8 anunciadas ahora y el arroz. Por el contrario, es probable que la producción mundial de cebada y sorgo aumente en 2022, lo que representaría una recuperación parcial desde el nivel reducido de 2021 en el caso de la cebada y el nivel de producción más elevado desde 2016 en el caso del sorgo.
Se prevé que la utilización mundial de cereales en 2022/23 disminuya también, concretamente en un 0,1 % respecto del nivel estimado de 2021/22, y se ubique en 2 788 millones de toneladas. La contracción pronosticada, la primera en 20 años, obedecería principalmente a la disminución prevista del uso de trigo, cereales secundarios y arroz como piensos, junto con un descenso menor esperado en el uso con fines industriales, principalmente de trigo y arroz. Por el contrario, se prevé que el consumo mundial de cereales aumente en consonancia con el crecimiento constante de la población mundial.
De acuerdo con las previsiones iniciales de la FAO sobre la producción mundial de cereales en 2022 y la utilización en 2022/23, la producción de cereales no sería suficiente para satisfacer las necesidades de utilización previstas, lo que llevaría a una contracción del 0,4 % de las reservas mundiales de cereales respecto de sus niveles iniciales, ubicándose en 847 millones de toneladas. De confirmarse los niveles de utilización y reservas previstos actualmente, la relación entre las reservas y la utilización de cereales a nivel mundial disminuiría del 30,5 % de 2021/22 a un 29,6 % en 2022/23, es decir, el nivel más bajo desde 2013/14, aunque todavía muy por encima del nivel del 21,4 % registrado en 2007/08, el más bajo de todos los tiempos. Entre los principales cereales, se prevé que las existencias de maíz experimenten la mayor reducción. Se pronostica asimismo que disminuyan las reservas de cebada y arroz, mientras que es probable que aumenten las de trigo y sorgo.
Se prevé que el comercio mundial de cereales caiga hasta 463 millones de toneladas, su nivel más bajo en tres años y un 2,6 % por debajo del nivel de 2021/22. Esta disminución prevista obedece a una probable contracción del comercio mundial de cereales secundarios y de trigo, mientras que las perspectivas para el arroz siguen siendo positivas. El índice de precios de los cereales de la FAO registró en mayo un promedio de 173,4 puntos, con lo que alcanzó un nuevo máximo histórico y se situó 39,7 puntos (un 29,7 %) por encima del valor del año anterior. Es probable que la escasez de suministros y la incertidumbre de los mercados, especialmente en los casos del trigo, el maíz y la cebada, así como la subida de los precios de la energía y de los insumos, hagan que los precios mundiales de los cereales sigan siendo elevados, al menos hasta la primera mitad de la campaña 2022/23.
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