La FAO alerta del aumento del trabajo infantil en la agricultura

Agronews Castilla y León

17 de junio de 2018

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Tras años de descenso constante, el trabajo infantil en la agricultura ha comenzado a aumentar de nuevo en los últimos años, impulsado en parte por un aumento de los conflictos y los desastres provocados por el clima. Esta tendencia preocupante no solo amenaza el bienestar de millones de niños, sino que también socava los esfuerzos para acabar con el hambre y la pobreza en el mundo, advirtió hoy la FAO en el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.

El número de niños que trabaja en la agricultura ha aumentado en todo el mundo de forma considerable, de 98 millones en 2012 a 108 millones hoy -tras más de una década en continuo descenso-, según las últimas estimaciones. Los conflictos prolongados y los desastres naturales de tipo climático, seguidos por la migración forzada, han obligado a cientos de miles de niños a ponerse a trabajar.

Los hogares en los campos de refugiados sirios en el Líbano, por ejemplo, son propensos a recurrir al trabajo infantil para garantizar la supervivencia de la familia. Los niños refugiados realizan diversas tareas: trabajan en el procesamiento del ajo, en invernaderos para la producción de tomates o recolectan papas, higos y frijoles. A menudo están expuestos a múltiples amenazas, entre las que se incluyen plaguicidas, condiciones inadecuadas de saneamiento en el campo, temperaturas elevadas y fatiga por realizar trabajos que exigen un gran esfuerzo físico durante períodos prolongados.

Al mismo tiempo, los esfuerzos para eliminar el trabajo infantil en la agricultura se enfrentan a retos persistentes, a causa de la pobreza rural y al concentrarse el trabajo infantil en la economía informal y el trabajo familiar no remunerado.

El Hambre Cero solo es posible eliminando el trabajo infantil

La FAO subraya que el trabajo infantil en la agricultura es un problema mundial que perjudica a los niños, daña al sector agrícola y perpetua la pobreza rural. Por ejemplo, cuando los niños se ven obligados a trabajar muchas horas, sus opciones de asistir a la escuela y desarrollar sus habilidades se ven limitadas, lo que interfiere con su capacidad de acceder a oportunidades de empleo decentes y productivas más adelante en la vida, incluyendo los empleos en un sector agrícola modernizado.

“Es probable que los niños que trabajan muchas horas continúen engrosando las filas de los pobres y hambrientos. Como sus familias dependen de su trabajo, esto priva a los niños de la oportunidad de ir a la escuela, lo que a su vez les impide obtener empleos decentes e ingresos en el futuro”, advirtió el Director General Adjunto de la FAO, al frente de Programas, Daniel Gustafson.

“Dado que más del 70 por ciento del trabajo infantil a nivel mundial ocurre en la agricultura –añadió- es vital integrar el trabajo infantil en las políticas agrícolas nacionales y abordar el problema a nivel familiar. De lo contrario, se agravará aún más la pobreza y el hambre en las zonas rurales. Necesitamos romper este círculo vicioso si queremos avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El Hambre cero no es posible sin Trabajo infantil Cero”.

¿Qué es el trabajo infantil?

El trabajo infantil se define como aquel que no es apropiado para la edad de un niño, afecta a su educación o puede dañar su salud, seguridad o moralidad. Sin embargo, no todo el trabajo realizado por los niños se considera trabajo infantil. Algunas actividades pueden ayudarles a adquirir importantes habilidades para su sustento y contribuir a su supervivencia y seguridad alimentaria.

Sin embargo, gran parte del trabajo que realizan los niños en la agricultura no es apropiado para su edad. A menudo es peligroso y puede afectar a su bienestar. Por ejemplo, cuando los niños trabajan en campos tratados con plaguicidas, permanecen despiertos toda la noche en barcos pesqueros o transportan cargas pesadas, esto puede interferir con su desarrollo social y físico.

Un enfoque más amplio para eliminar el trabajo infantil

La FAO y sus socios intentan poner fin a la dependencia de las granjas y empresas familiares del trabajo infantil, mejorando las habilidades de los pequeños agricultores familiares en especial, ofreciendo acceso a insumos y créditos, en particular a las mujeres, e implementando prácticas agrícolas sostenibles para mejorar la productividad y hacer que las pequeñas explotaciones sean lo suficientemente viables para emplear a adultos en trabajos decentes. La Organización apoya también a los países para integrar el trabajo infantil en las políticas, legislación, programas y estrategias nacionales.

Como parte de su planteamiento más general para eliminar el trabajo infantil en la agricultura, la FAO promueve esfuerzos para aumentar los ingresos de las familias rurales a fin de que tengan los medios para enviar a sus hijos a la escuela en lugar de trabajar.

Trabajar con comunidades locales y refugiados

La FAO ha desarrollado además materiales adaptados a los países que ofrecen orientación práctica, como el Manual para supervisar y evaluar el trabajo infantil en los programas agrícolas y la Guía visual para facilitadores: ¡proteger a los niños de los plaguicidas!

En el Líbano, la FAO ha desarrollado un breve relato visual sobre los peligros de los plaguicidas para los niños más pequeños, que son potencialmente analfabetos. Está especialmente enfocado en los niños refugiados sirios. La Organización de la ONU trabaja también en una aplicación móvil en forma de juego, que analiza los riesgos y peligros asociados con diferentes entornos agrícolas, como la horticultura, los cultivos en el campo y los invernaderos.

En Uganda, la FAO -en coordinación con los Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y el de Trabajo, Género y Desarrollo Social- organiza capacitaciones para extensionistas agrícolas locales, expertos laborales, docentes de escuelas secundarias y estudiantes para promover el trabajo seguro para los jóvenes y prevenir el trabajo infantil peligroso en la agricultura en varios distritos, incluidas las comunidades que acogen refugiados en el distrito del Nilo Occidental.

DATOS CLAVE:

• Casi tres de cada cuatro niños que realizan trabajo infantil lo hacen en la agricultura

• 10 millones de niños más que en 2012 trabajan hoy en día en la agricultura

• De los 152 millones de niños trabajadores, la gran mayoría -108 millones- están empleados en la agricultura, ganadería, silvicultura o acuicultura.

• Cerca el 70 por ciento del trabajo infantil es trabajo familiar no remunerado.

• La incidencia del trabajo infantil en los países afectados por conflictos armados es un 77 por ciento más alta que la media mundial.

• Cerca de la mitad de todo el trabajo infantil en el mundo se da actualmente en África: 72 millones -uno de cada cinco niños africanos- trabajan, y la gran mayoría en el sector agrícola. A continuación figura Asia, con 62 millones de niños.



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