La DO Tierra de León ha recogido 1,3 millones de kilos de uva, un 70% menos que la vendimia anterior

Agronews Castilla y León

20 de octubre de 2017

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La Denominación de Origen Tierra de León recordará la vendimia de 2017 como la más complicada y con mayor merma de volumen de su historia. Las heladas de primavera provocaron un daño que en su momento se estimó en un 85%. Con el paso de los meses se apreció, sobre todo en los viñedos del sur de la zona de producción, que las plantas habían conseguido recuperar parte de los daños causados entonces y paliar de alguna manera las grandes pérdidas que se preveían.

A la vista a este hecho, los Servicios Técnicos de la Denominación de Origen Tierra de León pronosticaron la cantidad de uva a recoger al final de la campaña de vendimia, en torno a los dos millones de kilos de uva. Sin embargo, la cifra final alcanzada se quedó bastante lejos, tan sólo 1.317.000. La diferencia se debe a que la mayoría de los viñedos de la zona norte de la denominación (los más afectados por las heladas) ni siquiera merecieron la pena ser vendimiados, quedando la uva sin recoger.

DATOS VENDIMIA
  • La vendimia ha durado desde el 28 de agosto hasta el 8 de octubre
  • ​Hay 1.364,98 hectáreas acogidas a esta DO, con 299 viticultores y 41 bodegas
  • La producción total ha sido de 1.317.763 kilos de uva, 891.233 kilos de la variedad "prieto picudo", 158.722 de "mencía" y 163.440 de la "verdejo" 

En definitiva, se trata de una merma de producción con respecto a la cosecha del año 2016 cercana al 70%. Por último cabe destacar de nuevo cómo la variedad blanca Albarín, a pesar las pérdidas sufridas, continúa su crecimiento anual, superando el 7% de cuota de vendimia e incrementando en un punto los datos del 2016, hasta llegar a los 94.488 toneladas. Son 62 las hectáreas de esta variedad registradas en Tierra de León.

Por lo que se refiere a la calidad de la uva recogida, desde el Consejo Regular de la DO Tierra de León se destaca que se deben tener en cuenta dos circunstancias muy importantes. La primera, que además de las heladas de finales de abril, la zona geográfica de la Denominación de Origen acabó viéndose muy afectada por la sequía. Estas condiciones de falta de agua provocaron que las enfermedades fúngicas, que se desarrollan en condiciones de humedad y calor y que son tan habituales en esta zona, no hayan tenido ninguna incidencia en la calidad final de la vendimia. No ha habido humedad, por lo que no se desarrollaron enfermedades como el oidio, el mildiu y la botrytis. La calidad sanitaria de la uva recolectada ha sido excelente.

La segunda circunstancia a considerar para poder valorar cualitativamente la cosecha 2017 vuelve a estar relacionada con las consecuencias de las heladas sufridas en primavera. Y es que dichas heladas provocaron una gran desigualdad entre los ciclos vegetativos de los brotes que se salvaron del frío y los que surgieron fruto de la respuesta de la planta al daño causado. Las bodegas y viticultores tuvieron que enfrentarse, por decirlo de alguna manera, a dos velocidades diferentes de vendimia.

Para intentar salvar esta diferencia en los procesos de maduración tuvo que plantearse en algunos casos la realización de dos vendimias: una primera de aquellos racimos que alcanzaron la maduración en condiciones normales y una segunda recogida de los racimos más retrasados.

La práctica totalidad de la uva tinta recogida en esta campaña va a destinarse a la elaboración de rosado, no sólo porque es el vino que más demanda tiene de la Denominación de Origen Tierra de León y del que menos queda en los almacenes de las bodegas, sino también porque las condiciones generales de la maduración de este año aconsejan elaborar este tipo de vinos en los que la intensidad aromática, la frescura y acidez tienen un gran protagonismo y poder de caracterización.



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