La diputada responsable del Área de Empleo, Desarrollo Económico, Turismo y Participación, Nuria Duque, y la artista Sandra Gamboa inauguraban ayer, 3 de mayo, la exposición ‘Toros en el campo’ que se podrá visitar en la Sala de Exposiciones del Teatro Zorrilla desde hoy y hasta el próximo 18 de junio.
La exposición coincide en el tiempo con la celebración de la fiesta de San Pedro Regalado, patrón de la ciudad. Monje franciscano que nació en 1390 en la calle Platerías de la ciudad del Pisuerga y se le considera, además, patrón de los toreros debido al hecho de apaciguar la embestida de un toro que se encontró cerca del monasterio de El Abrojo, en Laguna de Duero.
La provincia de Valladolid cuenta con varias ganaderías de reses bravas. En los terrenos situados en las proximidades de Boecillo, Aldeamayor de San Martín y La Pedraja de Portillo, se encuentra la ganadería Raso de Portillo, una de las divisas perteneciente a los cinco encastes fundacionales del toro bravo español, que dota de una personalidad bien definida a sus astados
Hay que remontarse a unos 30.000 años a. de C., cuando los primeros agricultores de la península Ibérica luchaban contra el Bos Taurus, directo antecesor del actual toro de lidia, que era considerado un ser sagrado, una divinidad para el hombre de la prehistoria. Lograr el contagio sagrado de los poderes del toro, era el objeto de las representaciones artísticas de toros sobre el techo o paredes de las cuevas o abrigos naturales.
Las pinturas rupestres encontradas en las cuevas o abrigos naturales de España, Francia y el Sahara, demuestran claramente la presencia del Bos Taurus y los deseos de recibir los poderes mágicos que ostentaban estas bestias sagradas.
A lo largo de la historia, el toro ha servido frecuentemente para representar las divinidades y ofrecer a los hombres las verdades del Universo, de la Naturaleza y del Hombre.
También se han encontrado representaciones del toro en la zona entre los ríos Tigres y Éufrates, el sur de la actual Irak, la antigua Mesopotamia. El toro es un animal totémico desde la cultura cretense y el mito de “El rapto de Europa” fue tratado por Tiziano de forma sublime. Incluso el Toro de Osborne, en un principio creado por motivos publicitarios, ha quedado en el paisaje español como una icónica escultura al aire libre.
Son numerosos los artistas que, como Sandra Gamboa, han mostrado su fascinación por dibujar y pintar toros y toreros, Francis Picabia, Georges Braque, Juan Gris, André Masson, Edouard Manet, Miquel Barceló, Fernando Botero, Equipo Crónica, Joan Miró, Eduardo Arroyo; Pablo Gargallo, Gutiérrez Solana, Daniel Vázquez Díaz, Ignacio Zuloaga y por supuesto, Goya y Picasso, que nos han dejado largas series de estampas taurinas.
En este año, que se cumplen 50 años de la muerte del genio malagueño, el artista que revolucionó el arte del siglo XX. Comparece el toro en su obra, como una de las figuras con un gran significante. Entre otras en la Suite “Toros y Toreros”, conjunto de litografías realizadas entre 1957 y 1959, en su primera edición y sin poder nunca olvidar su mítico “Guernica”. Picasso evolucionó en sus imágenes del toro, de lo complejo a lo simple, terminando con la figura de un toro en 12 trazos. Sandra Gamboa da continuidad en sus dibujos a ese minimalismo.
En los dibujos de Sandra Gamboa, contemplamos a los toros en su hábitat natural y consigue hacer llegar al espectador con sus series, las diferentes simbologías del mítico animal: el poderío, el peligro, la violencia, el drama, el erotismo e incluso el amor y la compasión.