La Confederación Hidrográfica del Ebro acaba de actualizar los datos de situación de la cuenca, destacando que las precipitaciones caídas en el mes de marzo de 2023 han sido inferiores en un 25% a un año medio.
SEQUÍA PROLONGADA (SEQUÍA NATURAL)
Las precipitaciones en marzo han sido extremadamente escasas, por debajo del 25% del año medio en casi toda la cuenca. El comportamiento en el año hidrológico empeora, con prácticamente toda la cuenca por debajo de la media, salvo en los Pirineos centrales e ibérica riojana.
No obstante, a nivel de aportaciones a tres meses (ene-feb-mar), los índices de sequía experimentan incluso una ligera mejoría en la margen izquierda por el deshielo adelantado.
ESCASEZ COYUNTURAL
La zona oriental de la cuenca sigue siendo la que se encuentra peor, en particular la cuenca del Segre que sigue en emergencia (undécimo mes). La Cabecera y el eje del Ebro sigue en alerta, pero al borde de la emergencia como los últimos meses.
También siguen en alerta la UTE 03, Iregua, y UTE 06, Huerva, empeorando.
Además, entran en alerta las cuencas Bajo Ebro, Aragón y Arbas, y la cuenca de la Noguera Ribagorzana.
Como la situación no revierta en abril, es muy probable que la situación se agrave y varios sistemas entren en emergencia.
PREDICCIÓN
Los escenarios de precipitaciones (seco, normal, húmedo) de AEMET para los meses de abril-mayo-junio son equiprobables.
El observatorio europeo de la sequía indica una ligera mayor probabilidad de condiciones más húmedas en la zona de Pirineos centrales para el periodo marzo-abril-mayo, pero poco relevante.
