El último informe de sequía, elaborado con los datos al término del mes de abril y publicado el 8 de mayo, ya elevó al sistema Pisuerga de «prealerta» a «alerta» en cuanto al indicador de escasez, lo que le convirtió en el único sistema de la cuenca del Duero en esa situación. Por eso, los regantes del sistema Pisuerga acudían esta semana a la junta de explotación con un temor más que justificado.
No obstante, la asignación máxima orientativa inicial (esos 3.500 metros cúbicos por hectárea, para todos los canales que se abastecen del sistema, no solo los del Estado) se mantiene. Cabe recordar que ya fue la menor cantidad planteada en toda la cuenca al empezar la campaña, a la luz del bajo nivel de partida de los embalses del sistema (Ruesga-Cervera, La Requejada y Aguilar de Campoo).
La Confederación ya advirtió entonces, a primeros de abril, que estas asignaciones quedaban condicionadas a la evolución meteorológica de la primavera, que afectaría doblemente tanto en el consumo de agua en las zonas regables como en la situación de los embalses.
REBAJA EN EL CARRIÓN
De hecho, hace una semana, los regantes del otro sistema de la provincia de Palencia —Carrión— vieron cómo se sustanciaba esa amenaza y su asignación inicial de 4.500 metros cúbicos se recortaba a 4.000, debido en buena medida al rápido descenso experimentado en los niveles de agua embalsada en Camporredondo y Compuerto por la ausencia de aportes significativos y el adelanto en varias semanas del riego para salvar los cultivos, debido a la anormal escasez de precipitaciones en los meses de abril y mayo.
Con todo, dados los históricos problemas estructurales de falta de almacenamiento y regulación en la provincia de Palencia, el fantasma de una campaña de riego muy restrictiva no se ha alejado, ni mucho menos. Y de hecho vienen condicionando desde el principio de la campaña las decisiones agronómicas en cuanto a la elección de cultivos en ese contexto de incertidumbre.
MALA SITUACIÓN DE PARTIDA
Los datos actuales de agua embalsada, que se reproducen el cuadro inferior, y su comparación con los del pasado año por estas mismas hechas, no resultan tranquilizadores. No hay que perder de vista que el pasado año hidrológico (1 de octubre de 2021-30 de septiembre de 2022) fue el tercero más seco en España de la serie histórica que comienza en 1961, según los registros de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
La sequía de los últimos meses no ha hecho sino acentuar la gravísima situación de partida en los embalses del Pisuerga, en especial el de Aguilar de Campoo, cuya capacidad (247 hectómetros cúbicos) representa el 78% del total del sistema que ronda los 480 hectómetros cúbicos. A fecha de hoy, 31 de mayo, sus tres embalses se hallan muy cerca de perder el umbral del 40% y —lo que preocupa más a los regantes si la meteorología no cambia—, ya con menos de 127 hectómetros cúbicos, sensiblemente por debajo del volumen embalsado el pasado año por estas mismas fechas (150,2 hm3).