Han pasado ya casi 12 de años desde aquel 28 de agosto de 2005 en el que los partícipes de la Comunidad de regantes de la Presa de la Vega de Abajo, en la Junta General Extraordinaria convocada al efecto, rechazaran de forma mayoritaria el pasar del actual riego por gravedad al riego automatizado por presión. En estos años se han vivido episodios con buena reserva en el embalse, intercalados con otros en los que ha resultado muy complicado satisfacer las necesidades de todos los cultivos.
En estos momentos, los regantes van a tener que afrontar una de las campañas más complicadas en los últimos 30 años, con una dotación de 4.000 m3/ha, muy por debajo de los 5.500-5.600 que han tenido de media en dicho período. A lo que se une el estado obsoleto de los canales de riego que conforman la zona regable de la citada comunidad, todos ellos de finales de los 70 y principios de los 80 del siglo pasado, con un coste elevado de mantenimiento y grandes pérdidas de agua.
[[{«fid»:»37978″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:428,»width»:728,»style»:»width: 450px; height: 265px; border-width: 1px; border-style: solid; margin: 5px; float: left;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]Estos son los motivos que han llevado a la Comunidad a plantearse de nuevo la modernización de sus infraestructuras de riego, tras ser debatido el asunto en la Junta General Ordinaria del 5 de marzo de 2017, así como en las Sesiones Ordinarias del Sindicato de Riegos del 2 de marzo y 4 de abril de 2017. En esta última se contó con la presencia del Jefe del Servicio Territorial de Agricultura de la Junta, Fidentino Reyero Fernández y del responsable del ITACYL en León, Domingo González Puebla, que dieron cuenta de todo el proceso que había que llevar a cabo:
- Reconcentración Parcelaria: Con la ley actual es un proceso paralelo a la modernización de las infraestructuras y que puede abarcar un período de 4 años hasta su culminación. Dicha concentración lleva aparejado un proceso administrativo complejo, con sucesivos trámites de información pública en los que los afectados pueden alegar en defensa de sus intereses. Para iniciar dicho proceso, la Comunidad ha aprobado en sus Órganos de Gobierno que sean los Ayuntamientos implicados (principalmente Soto de la Vega y San Cristóbal de la Polantera) los que adopten los acuerdos en sus Plenos para solicitar a la Junta de Castilla y León la reconcentración. Vistos los antecedentes del Canal Alto de Villares, al que también aportan terrenos ambos Ayuntamientos, no parece que pueda haber problemas para que el acuerdo salga adelante. Es necesario informar que todo este proceso no implica costes para la Comunidad de Regantes, declarada de Interés General en diciembre del año 2000, aportando la Junta de Castilla y León el presupuesto necesario.
No se trata de una reconcentración al uso sino de una concentración por explotaciones. La propiedad de cada titular estará perfectamente delimitada, pero los agricultores, con el consentimiento de los propietarios, podrán solicitar que les pongan juntas todas las fincas que trabajan, con lo cual se ganará en el dimensionado de las parcelas de cultivo, que es una de las condiciones necesarias para el incremento de la rentabilidad.
- Solicitud de modernización de las infraestructuras de riego previo acuerdo en una Junta General Extraordinaria convocada al efecto. De la ejecución de dichas obras se encargaría la SEIASA con la participación de la Junta de Castilla y León. Se afrontarían aplicando un esquema financiero de sobra conocido: la Junta de Castilla y León ejecutaría un 26 % de la obra a fondo perdido mediante una separata técnica del proyecto, la Comunidad tendría que adelantar un 24 % mediante la formalización de un crédito bancario a devolver en 25 anualidades y el 50 % restante lo adelantaría la SEIASA con fondos aportados por el Estado. De ese 50 %, un 24 % se recuperaría mediante Fondos Europeos a través del Programa de Desarrollo Rural y el 26 % restante lo devolvería también la Comunidad de Regantes del año 26 al 50, sin intereses y a precio actual del dinero. En las modernizaciones que se están ejecutando el coste medio de la anualidad de los primeros 25 años estaría entre 100-120 €/ha según la información aportada por el ITACYL.
- La modernización de la Comunidad conllevaría la construcción de una balsa que se cargaría desde la toma actual y una estación de bombeo que daría presión a todas las redes e hidrantes que llevarían el agua a las parcelas. Esto supondría tener en cuenta el coste eléctrico, que por los datos aportados por las Comunidades estaría entre 80-90 €/ha (0,02 €/m3 para un consumo de 4000-4500 m3/ha), el cual incluiría el término de potencia y el término de energía.
- Otra de las actuaciones complementarias a la modernización sería el amueblamiento de las parcelas, que tendrá que ser afrontado por el propietario o el agricultor según los acuerdos o contratos formalizados entre ambos. Según las consultas realizadas entre los agricultores que ya han realizado esta inversión, el coste puede estar entre los 3.000-4.000 €/ha según el sistema empleado (pívot, cobertura con tubería enterrada, pívot, etc), para lo cual se pueden solicitar subvenciones dentro de la línea de planes de mejora.
Quizás estos costes pueden crear incertidumbre entre propietarios y regantes, pero de la Comunidad de regantes de la Presa de la Vega de Abajo se destacan las ventajas derivadas de dicha modernización:
1.- Revalorización de la propiedad, hecho que se está viendo claramente en las zonas ya modernizadas con un notable aumento[[{«fid»:»37979″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:435,»width»:728,»style»:»width: 400px; height: 239px; border-width: 1px; border-style: solid; margin: 5px; float: right;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]] de los precios de las fincas y en la transmisión de terrenos (oferta-demanda).
2.- Aumento de las producciones en más de un 20 % y mayor diversificación de cultivos (por ejemplo, hortícolas), lo que permite un incremento de la mano de obra y la actividad económica.
3.- Ahorro de agua también por encima de un 20 %, aspecto muy a tener en cuenta en nuestro Sistema de Explotación Órbigo con la superficie actual del mismo si tenemos en cuenta las dificultades habidas en los años 2002, 2006, 2008, 2012 y las que se prevén para la presente, quizás la más dura de todo este período temporal.
4.- Ahorro económico y mejoras medioambientales por la aplicación de los fertilizantes y fitosanitarios a través del riego. Tanto en este aspecto como en el riego en sí, se ajusta la dosificación de agua y fertilizantes adaptándola a las necesidades del cultivo. Este tema es de enorme relevancia para no sufrir sanciones en la percepción de la PAC y cumplir con las directivas medioambientales.
5.- Ahorro de horas de trabajo para el agricultor y mejora de su calidad de vida. Con el sistema actual, le resulta muy difícil dominar su explotación y más aún poder aumentar su tamaño para hacerla más rentable. Otro de los aspectos a tener en cuenta es que el sistema de turnos que impera en las Comunidades de riego por gravedad complica enormemente el riego de los cultivos en los que se instala la aspersión individual.
Por todo ello, la Comunidad de Regantes va a iniciar una campaña de información a todos sus partícipes sobre todo este proceso antes referido, así como sobre todos los derechos de participación que les corresponden. Todo ello ha desembocado en la convocatoria de una Junta General Extraordinaria, que se celebrará el próximo 25 de febrero en la localidad leonesa de Vecilla de la Vega, en la que la Junta de Gobierno espera que los implicados den su apoyo a la modernización de estos regadíos.