La apuesta por la agricultura de conservación puede verse seriamente comprometida si no se amplía la autorización del glifosato

Agronews Castilla y León

10 de junio de 2016

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El agrario es uno de los sectores que se verá más afectado por el cambio climático, que podrá repercutir tanto en los rendimientos agrícolas como en la elección de los cultivos. Para evitar consecuencias económicas, sociales y ambientales en sus explotaciones, agricultores y ganaderos tendrán que adaptarse a tiempo y tomar medidas para mitigar el cambio climático.

Consciente de esta realidad, ASAJA-Sevilla celebró ayer, 9 de junio, la VI edición de la Jornada de Innovación y Nuevas Tecnologías en el Sector Agrario, bajo el lema del “Uso de Tecnologías avanzadas como estrategia eficiente frente al cambio climático”. Este encuentro constituye una de las jornadas de difusión organizadas dentro del proyecto europeo LIFE ClimAgri, con el que colabora ASAJA-Sevilla.

Los técnicos y los agricultores presentes en la jornada mostraron su preocupación por la demora que está llevando el proceso de ampliación de la autorización del glifosato, el herbicida más utilizado en el mundo para controlar las malas hierbas y una de las herramientas básicas de la agricultura de conservación.

La jornada fué inaugurada por el delegado territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Juan Borrego; el presidente de la Asociación Española de Agricultura de Conservación, Jesús Gil, y por el presidente de ASAJA-Sevilla, Ricardo Serra.

El delegado de Economía destacó que “la innovación es la chispa que mantiene viva hoy la actividad de muchas empresas y es vital para que éstas crezcan con solidez, y la agricultura, una actividad económica vital en nuestro país, no puede quedarse a la cola de un mundo tan globalizado, tiene que innovar y enfrentarse a nuevos retos como el uso de fitosanitarios, el empleo de nuevas tecnologías, el uso sostenible de los recursos y el respeto del medio ambiente”. Borrego abogó por que la Consejería de Innovación vaya de la mano de los agricultores para afrontar estos retos. Asimismo, destacó que la innovación es una aliada para la gestión adecuada de los recursos naturales y afrontar el cambio climático.

Por su parte, Jesús Gil abogó porque los poderes públicos sigan apoyando los proyectos de innovación y la labor que se desarrolla desde organismos como el IFAPA.

Finalmente, el presidente de ASAJA-Sevilla destacó la importancia de apoyar la innovación, impulsando para ello la entrada de gente joven en la actividad agraria, y recordó que “sin el glifosato no hay agricultura de conservación, por lo que confió en que finalmente se prorrogue su utilización”.

Innovación agrícola frente al cambio climático

El director de la Asociación Española de Agricultura de Conservación, Emilio J. González, expuso los resultados del proyecto LIFE + ClimAgri “Buenas Prácticas Agrícolas frente al Cambio Climático”.

González recordó que las previsiones apuntan a que en Andalucía la temperatura puede aumentar en los próximos años entre 5 y 7 grados, mientras que las lluvias pueden reducirse un 20%. De hecho, recordó que en algunas zonas de Andalucía ya se están sobrepasando esos dos grados de aumento que pretenden evitarse en el acuerdo de la Conferencia de París, y hay zonas con graves problemas de erosión.

Ante este panorama, la agricultura de conservación ofrece soluciones. Tal como se ha podido constatar en los ensayos las técnicas de conservación pueden reducir la erosión en más de un 60%, aumentar un 56% del secuestro del carbono frente a la agricultura convencional, reducir las emisiones de CO2 en casi un 20%, además de proteger el suelo, mejorar las aguas y los recursos naturales, reducir el consumo de gasoil, permitir un uso más eficiente de la energía y un incremento de la rentabilidad para el agricultor, entre algunos de sus múltiples beneficios.

Como explicó Emilio J. González, el proyecto LIFE ClimAgri, que se desarrollará hasta 2018, contribuye a la adaptación de los cultivos extensivos de regadío al cambio climático, a la vez que mitiga los efectos de este fenómeno y ello se consigue estableciendo un paquete de buenas prácticas agrarias, como una mínima alteración del suelo, el mantenimiento de cobertura vegetal, el establecimiento de rotaciones de cultivo, la optimización del suelo en agroquímicos, el uso de tecnologías avanzadas, la implantación de riego óptimo adecuado o la implantación de márgenes multifuncionales.

Preguntado por el glifosato, Emilio J. González mostró su contrariedad con la demora que está sufriendo este proceso y si no se aprueba la agricultura de conservación sufriría un duro golpe en Europa, pues en este momento no hay ninguna sustancia sustitutiva que ofrezca tantas garantías y sea tan eficiente.

Innovación en maquinaria para el olivar

A continuación, el catedrático de Ingeniería Agroforestal de la UCO, Jesús Gil Ribes,informó sobre las últimas innovaciones en maquinaria agrícola en el olivar aportadas por el proyecto MecaOlivar, desarrollado entre el Ministerio de Economía y la Universidad de Córdoba para innovar en la mecanización del olivar y con el objetivo de fabricar máquinas que eran necesarias para los productores de AOVE a través de la colaboración con los propios fabricantes e impulsando diferentes sectores a través de la innovación.

Gil explicó que el 75% del olivar español es tradicional y de este 75%, un 50% es mecanizable, y es sobre el que ha trabajado el proyecto durante los últimos dos años. Gracias a esta iniciativa, se han conseguido tecnologías más precisas, mejores cosechadoras, nuevos sistemas y material de agarre para cosechas tempranas, para que el daño sobre el árbol sea mínimo; nuevos equipos de aplicación de fitosanitarios en copa, con sensores que permiten la aplicación uniforme del producto en toda la copa del árbol; nuevos equipos para manejo del suelo (herbicida y desbrozado) con barras de tratamiento y el desarrollo de nuevos sistemas de dosificación para olivar.

Nuevas tecnologías y gestión eficiente en el regadío

Posteriormente, el investigador titular del IFAPA Alameda del Obispo, Ignacio Lorite, abordó el empleo de nuevas tecnologías para la implantación de medidas de adaptación al cambio climático en los sistemas agrarios de regadío.

Lorite advirtió del impacto que el cambio climático tendrá en el sur de España, que además del incremento de la temperatura y la disminución de las precipitaciones, traerá consigo un incremento de la variabilidad temporal y espacial de las precipitaciones y también de la concentración de CO2 en la atmósfera.

Para ello, habrá que buscar medidas de adaptación para la labor agrícola, como el adelanto de la fecha de siembra, para evitar por ejemplo golpes de calor, el manejo del suelo considerando prácticas de no laboreo y siembra directa, el uso de cubiertas vegetales en cultivos leñosos, la diversificación del sistema de cultivo a escala de parcela, la reorganización de las dotaciones de riego dentro de la parcela y la zona regable, el establecimiento de estrategias de riego deficitario, el manejo del cultivo basado en el empleo de sensores , el aumento y promoción de los servicios de asesoramiento al regante locales.

El encuentro contó también con la intervención del responsable del canal de empresas de Endesa Energía, José Juan Bocarando, quien anunció la organización de un premio de AgroInnovación, en el que colaborarán ASAJA-Sevilla y ENDESA, que persigue incentivar StartUps innovadoras en la aplicación de soluciones tecnológicas en el sector agrario (autoconsumo agrario, instalaciones fotovoltaicas y riego, uso de renovables, movilidad eléctrica, eficiencia energética…)

Por otra parte, Bocarando presentó la nueva tarifa de temporada de Endesa para el sector agrario, que aseguró “es muy sensible en el periodo valle, donde se concentra el grueso de los regantes”. Esta tarifa permitirá obtener descuentos de entre un 10 y un 20% de descuento en los consumos eléctricos, especialmente te de 12 de la noche a 8 de la mañana, entre los meses de abril y septiembre, sin necesidad de realizar ninguna modificación en las instalaciones.

Inteligencia artificial y drones para la nueva agricultura

A continuación, Ricardo Arjona, de ec2ce, informó en el encuentro sobre laoptimización en el uso de fitosanitarios y la toma de decisiones mediante lainteligencia artificial. Como Arjona explicó, “habrá un problema de generación de alimentos de aquí al futuro, habrá más población y más necesidad de comida pero no habrá más tierras”. Esa mayor productividad, además, habrá que conseguirla sin afectar al medio ambiente, “por lo que habrá que utilizar la tecnología y trabajar con más datos”.

En este sentido, aseguró, que “la agricultura ha de evolucionar desde una gestión intuitiva a una gestión informada, los datos permiten una reacción informada, pero de esos datos sólo serán necesarios los que nos permitan tomar decisiones para predecir situaciones futuras, saber qué va a pasar, y cómo va a evolucionar la producción, en definitiva para tomar decisiones”. Para ilustrar su argumento, Arjona mostró como ejemplo a los asistentes el funcionamiento de una aplicación para la prevención de plagas de la mosca del olivo.

Por último, el ingeniero agrónomo de SmartRural-Escarpadron s.l., Sergio Rodríguez, informó sobre el uso de los drones en la nueva agricultura, y, según aseguró “al igual que la tecnología de precisión ha impulsado la revolución agrícola de los últimos años, la supervisión de los cultivos desde el aire impulsará la siguiente”.

Según Rodríguez, el dron es una herramienta de trabajo que permite obtener imágenes muy precisas de los campos y abarcar cientos de hectáreas en un solo vuelo, “todo ello sin los costes y las complicaciones de los servicios tripulados, así como obtener una mayor resolución que la que suelen ofrecer las imágenes por satélite”.



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