Con motivo del Día Internacional de la Mujer que se celebra este 8 de marzo, la Alianza UPA-COAG hace un llamamiento a las administraciones para frenar las desigualdades en el medio rural, y para poner todos los medios al alcance de aquellas mujeres que quieran incorporarse al sector agrario.
La Alianza UPA-COAG recuerda que en el sector agrario el trabajo de las mujeres es en muchas ocasiones invisible. A pesar de que existe una Ley de Titularidad Compartida desde hace 12 años, la organización considera que “los gobiernos autonómicos como la Junta de Castilla y León no la han impulsado como deberían en todo este tiempo”.
Según los datos de la propia Junta desde que se puso en marcha la Ley hasta marzo de 2023, el número de explotaciones en titularidad compartida inscritas en Castilla y León no ha llegado ni siquiera a las 500: Ávila (57), Burgos (60), León (173), Palencia (31), Salamanca (64), Segovia (26), Soria (20), Valladolid (50) y Zamora (16).
Por otro lado, la presencia de mujeres en cargos de responsabilidad en entidades, cooperativas y empresas relacionadas con el sector agroalimentario en Castilla y León es escasa.
La organización recuerda que las oportunidades laborales son reducidas en los pueblos, especialmente para las mujeres rurales, que sufren una tasa de desempleo alrededor del 50 %.
Otro dato de interés es que en España el reparto de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) aún se caracteriza por una importante brecha de género, con un 72,74 % de los pagos compensatorios destinados a hombres. UPA-COAG considera necesaria la aplicación de la perspectiva de género desde el diseño inicial de las medidas; es decir, antes de la publicación de las ayudas, adaptar la explotación tipo a la realidad de las mujeres del campo y no ceñirse a un prototipo masculinizado.
Según datos de nuestra organización entre el año 2012 y el 2020 se ha reducido esta brecha en un 2 %, pero las mujeres solo alcanzan el 27,26 % del total de las ayudas directas abonadas a personas físicas, si bien suponen un 37,36 % del número total de beneficiarios. En el caso de las ayudas del segundo pilar de la PAC, las destinadas al desarrollo rural, las mujeres reciben el 26,65 % de los importes, cuando son el 31,08 % del número total de las personas físicas beneficiarias.
La Alianza UPA-COAG apunta otro aspecto que afecta muy seriamente a la población rural, y muy especialmente a las mujeres rurales, que es la brecha digital entre el mundo rural y el urbano, que perjudica las posibilidades de autoempleo y emprendimiento de las mujeres que viven en los pueblos. “Esto se hace más evidente en regiones como Castilla y León, donde un amplio porcentaje de municipios rurales no tiene aún conexión por banda ancha y por lo tanto se encuentra en una `zona de sombra´”, consideran.
Desde la Alianza UPA-COAG exigen en una fecha tan importante como la del 8 de marzo que las administraciones “hagan un examen de conciencia, pongan fin a las trabas que se encuentran las mujeres que se quieren dedicar específicamente al sector agrario, y a las discriminaciones que sufren las mujeres que viven en el medio rural. No puede ser que el despoblamiento rural siga avanzando a pasos agigantados en Castilla y León mientras las administraciones públicas se cruzan de manos ante la brecha salarial que sufren las mujeres, a lo que hay que añadir la particular problemática para encontrar trabajo en los pueblos”.