La Alianza UPA-COAG denuncia la indefensión absoluta en la que se encuentran los ganaderos de Castilla y León, que sufren en primera persona la expansión incontrolada de lobos en esta comunidad autónoma, y por lo tanto que son víctimas de la fauna salvaje en su propio patrimonio personal cada vez que se produce un ataque.
Según datos de la propia Administración regional en el primer trimestre del año 2018 los ataques de lobos se han disparado un 80 % respecto al mismo periodo del año pasado, y en lo que va de año cerca de 2.000 ataques de lobos son los que se han registrado en las provincias de Ávila y Segovia.
La Alianza UPA-COAG no solo considera justificada la caza de ejemplares debido a los altísimos niveles poblacionales, distribución geográfica e índice de reproductividad de la especie, sino que es incomprensible que no se presenten alegaciones suficientemente pormenorizadas y `no genéricas´ por parte del Gobierno regional, tal y como recoge la última sentencia, para que se actúe de una vez por todas con la contundencia que la situación exige.