La Alianza UPA-COAG de Salamanca denuncia que decenas de buitres matan a una vaca y un ternero en el término municipal de Robliza de Cojos

Agronews Castilla y León

8 de noviembre de 2018

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La Alianza UPA-COAG de Salamanca denuncia la muerte de una vaca y su ternero recién nacido tras un salvaje ataque de una bandada de buitres en el término municipal de Robliza de Cojos.

Esta organización recuerda que son decenas de ataques de estas características los que se producen en nuestra provincia, y cada vez es más habitual que estas aves carroñeras produzcan elevados daños a la ganadería extensiva de Salamanca.

[[{«fid»:»43039″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:844,»width»:1496,»style»:»width: 400px; height: 226px; border-width: 3px; border-style: solid; margin: 3px; float: right;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]Este ataque no deja de ser un incidente más que demuestra a todos aquellos que lo ponen en tela de juicio que estas aves atacan a presas vivas. El ataque de buitres se produjo aprovechando que la vaca estaba agotada por los esfuerzos realizados durante el parto.

La Alianza UPA-COAG de Salamanca reclama un control de esta especie porque su número se está multiplicando de forma extraordinaria en esta provincia, y reclama una indemnización directa de la Administración regional para los ganaderos afectados por este tipo de ataques.

Desde la citada organización agraria recuerda a la Junta de Castilla y León que los ganaderos salmantinos de extensivo están actualmente en verdadero peligro de extinción ante las políticas conservacionistas que velan más por la expansión descontrolada de todo tipo de animales (lobos, jabalís..etc) y alimañas (buitres), que de las personas que viven en el medio rural, y en este caso de los ganaderos, que son los que “dan de comer a todo tipo de especies”.

En este sentido, afirman que llevan denunciando desde hace tiempo ante la Administración regional lo que está ocurriendo en la provincia salmantina con las especies protegidas, que se multiplican exponencialmente y por lo tanto cada vez atacan con más frecuencia al ganado vivo al no tener suficientes zonas específicas de comederos o muladares.



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