
La Junta de Castilla y León ha anunciado un ambicioso plan para mejorar la eficiencia energética en las comunidades de regantes, extendiendo su alcance a 92.300 hectáreas, lo que representa un 50 % más que el objetivo inicial de 60.000 hectáreas. Este programa, que cuenta con una inversión total de 63,2 millones de euros, incluirá la implementación de instalaciones fotovoltaicas destinadas a reducir costos energéticos y mejorar la sostenibilidad del riego.
Convenio con la Comunidad de Regantes del Canal del Pisuerga
La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, firmó recientemente un convenio con la Comunidad de Regantes del Canal del Pisuerga, representada por su presidente, Alberto Nebreda. Este acuerdo permitirá invertir 5,4 millones de euros en una planta fotovoltaica destinada al riego de 12.000 hectáreas pertenecientes a 4.000 propietarios de 19 municipios en las provincias de Palencia y Burgos.
La Junta aportará 2,1 millones de euros, equivalente al 40 % del presupuesto, mientras que el resto será financiado por la Comunidad de Regantes. Esta infraestructura de 4.475 kW de potencia generará aproximadamente 6,7 millones de kWh anuales, logrando una reducción de entre el 30 % y el 40 % en la factura energética de los agricultores y evitando la emisión de 2.400 toneladas de CO2 al año.

Un plan integral para la modernización del regadío
El programa de la Junta no solo se limita a este convenio, sino que forma parte de un conjunto más amplio de actuaciones dirigidas a transformar el uso del agua en la agricultura. Actualmente, 55.100 hectáreas cuentan con obras de modernización iniciadas o finalizadas, mientras que otros proyectos están en fase de ejecución.
En 2024, se adjudicaron obras por 72 millones de euros para la modernización de 19.900 hectáreas. Desde el año 2000, la inversión conjunta de la Junta, Seiasa y las comunidades de regantes ha permitido modernizar 125.000 hectáreas, incrementando la productividad y reduciendo los costos operativos.
Agricultura de regadío: Clave para el desarrollo rural
La agricultura de regadío representa solo el 13 % de la superficie cultivada en Castilla y León (550.000 hectáreas), pero su impacto es significativo. Según la consejera, las zonas de regadío facilitan la incorporación de jóvenes agricultores en una proporción seis veces mayor que las zonas de secano. Además, las áreas regables tienen una densidad poblacional tres veces superior y generan una inversión seis veces mayor.
Historial de inversiones y modernización de la Junta de Castilla y León
El convenio firmado recientemente complementa las inversiones realizadas en 2005, 2006 y 2015 para modernizar 6.910 hectáreas, con un desembolso total de 66,7 millones de euros. Este esfuerzo ha permitido a las comunidades de regantes como la del Canal del Pisuerga mejorar la eficiencia en el uso del agua y reducir su dependencia de fuentes energéticas tradicionales.
Objetivos a futuro y beneficios esperados
El Gobierno autonómico, liderado por Alfonso Fernández Mañueco, busca iniciar nuevas actuaciones de modernización y transformación de regadío en 30.000 hectáreas durante la legislatura actual. Estas inversiones también permitirán:
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Reducir la huella de carbono del sector agrícola.
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Incrementar la competitividad de las explotaciones.
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Contribuir a la fijación de población en el medio rural.
Una apuesta por la sostenibilidad y la competitividad
El plan de la Junta de Castilla y León para modernizar los sistemas de riego no solo mejora la eficiencia energética, sino que también impulsa la sostenibilidad y el desarrollo rural. Las comunidades de regantes, como la del Canal del Pisuerga, son un claro ejemplo de cómo las inversiones estratégicas pueden transformar el panorama agrícola, beneficiando tanto a los agricultores como al medio ambiente.