
Desde 2021, la Conselleria de Agricultura de la Comunitat Valenciana no ha convocado las ayudas destinadas a la incorporación de jóvenes agricultores y ganaderos. Esta inacción afecta gravemente a un sector que ya enfrenta un preocupante envejecimiento de la población activa. Actualmente, más del 50 % de los agricultores y ganaderos tienen más de 65 años, mientras que solo un escaso 2 % son menores de 34 años, según el último censo agrario de 2020.
En los últimos once años, el número de jóvenes agricultores menores de 34 años ha disminuido un 18 %, mientras que la población mayor de 65 años se ha mantenido estable. Este escenario refleja la urgencia de tomar medidas para evitar un colapso en la renovación generacional del campo valenciano.
200 jóvenes en lista de espera para ayudas de incorporación
La organización agraria LA UNIÓ Llauradora i Ramadera ha informado que tiene actualmente a 200 jóvenes inscritos en sus oficinas en espera de poder acceder a las ayudas de primera instalación. Estas ayudas no solo son esenciales para facilitar la entrada de nuevos agricultores al sector, sino que también impulsan las inversiones necesarias para modernizar las explotaciones.
Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, señala que “la Generalitat no apuesta de forma decidida por la incorporación de jóvenes al sector agrario”. Peris enfatiza que la demora en la publicación de estas ayudas desalienta a nuevos aspirantes, algunos de los cuales ya han abandonado esta opción por haber superado los límites de edad requeridos para beneficiarse de las ayudas.
Impacto económico: ayudas paralizadas desde 2021
Durante el anterior periodo PAC (2014-2020), un total de 1.216 jóvenes valencianos recibieron ayudas para su incorporación al sector agrario, con un presupuesto total de 39,9 millones de euros. Sin embargo, desde 2021 no se ha ejecutado ninguna convocatoria similar, dejando al sector sin los recursos necesarios para afrontar los retos actuales.
A pesar del creciente interés por parte de jóvenes y profesionales provenientes de otros sectores económicos, la Conselleria de Agricultura todavía no ha avanzado en la publicación de las ayudas. Según los últimos informes, la normativa se encuentra en fase posterior a la consulta pública y no se espera que la orden de bases sea publicada antes del segundo trimestre de 2025.
Consecuencias de la demora: incertidumbre y abandono del campo
La falta de ayudas no solo afecta a quienes desean incorporarse al sector, sino también a agricultores y ganaderos establecidos que necesitan realizar inversiones en sus explotaciones. Esta situación de incertidumbre prolongada impacta directamente en la capacidad de planificación y crecimiento de las explotaciones agrarias.
Además, la inactividad institucional está provocando que muchos jóvenes desistan de su interés por el sector agrario. Desde 2021, se ha observado un notable abandono de aspirantes que, al no contar con el apoyo necesario, buscan oportunidades en otros sectores económicos.
Un sector envejecido: el principal desafío del campo valenciano
El envejecimiento de la población agraria es uno de los mayores desafíos para garantizar la sostenibilidad y competitividad del campo valenciano. Según el censo agrario de 2020:
- Más del 50 % de los agricultores y ganaderos tienen más de 65 años.
- Solo el 2 % son menores de 34 años.
- En once años, los jóvenes menores de 34 años han disminuido un 18 %.
Estas cifras reflejan un problema estructural que requiere medidas urgentes. Sin un relevo generacional efectivo, el futuro del sector agrario está en riesgo, especialmente en un contexto de crisis climática y globalización, donde se exige mayor innovación y sostenibilidad.
LA UNIÓ exige celeridad y medidas urgentes
Ante este panorama, LA UNIÓ pide a la Conselleria de Agricultura que agilice la tramitación de la normativa por vía de urgencia. Carles Peris destaca que “no se puede mantener a tantas personas en esta situación de incertidumbre. Es fundamental que puedan planificar adecuadamente su incorporación y/o inversión”.
La organización también alerta que, de no actuar con rapidez, la Comunitat Valenciana podría perder una generación de agricultores jóvenes dispuestos a contribuir al desarrollo del sector.
Conclusión: un futuro incierto para el campo valenciano
La falta de convocatoria de ayudas desde 2021 supone un grave retroceso para el sector agrario de la Comunitat Valenciana. En un momento crítico, en el que la renovación generacional es esencial, la inacción pone en peligro no solo a los aspirantes a agricultores, sino también al conjunto de la economía rural valenciana.
Si no se toman medidas inmediatas, el envejecimiento del sector, combinado con la pérdida de jóvenes interesados, podría derivar en un declive irreversible. Es imprescindible que la Generalitat actúe con decisión para garantizar el futuro del campo valenciano.