El pasado 10 de diciembre, la organización agraria catalana JARC-COAG, convocó una rueda de prensa en Lleida para manifestar su desacuerdo con respecto a los que acusan de forma generalizada a los ganaderos de porcino catalán de hacer una mala gestión de las deyecciones ganaderas.
Jaume Bernis, jefe sectorial del porcino de la entidad, dejó claro que hay que denunciar de forma ejemplar a los productores que puedan cometer alguna infracción, pero hay que hacerlo aportando pruebas de la supuesta mala praxis, y sin salpicar injustamente a todo un col Colectivo profesional que trabaja de forma ejemplar.
La organización pone en valor la utilización correcta del purín como fertilizante orgánico para los cultivos. Teniendo claro que los abonos son necesarios, los de origen animal son, como mínimo, tan válidos como los minerales.
Por otra parte, desde JARC – COAG se considera que muchos desconocen que las deyecciones de los cerdos pueden ser una fuente de energía para las explotaciones ganaderas y para el resto de la población, ya que se han implantado, y se siguen estudiando, sistemas que permiten obtener gas, electricidad (usado también para calentar el agua), a partir de los excrementos del ganado.
Jaume Bernis recuerdó, además, que a principios de 2014 la normativa que reformó el sector eléctrico en España supuso el cierre de las plantas de cogeneración, que trataban los excedentes de purines de determinados territorios. A pesar de este importante obstáculo, los ganaderos han trabajado para adaptarse a la nueva realidad, implantando nuevos sistemas de tratamiento de las deyecciones que suponen un coste económico importante, y buscando inversos por modelos de gestión que no sólo favorecerían la actividad ganadera, generar energía a la red central urbana.
A modo de ejemplo indicaron en la rueda de prensa que con la modificación de la dieta de los animales se ha logrado una reducción de hasta el 40% del Nitrógeno de las deyecciones. Esto les lleva a afirmar que las tablas que sirven como base para determinar qué superficie necesaria para aplicar los purines están desfasada, estableciéndose un terreno superior al que habría. Si no actualizamos estas tablas estandarizadas se crea una presión innecesaria sobre los ganaderos.
También expusieron que actualmente ya se están utilizando cisternas para fertilizar, dotadas de una tecnología que permite determinar con total precisión la cantidad de Nitrógeno presente en las deyecciones, y aplicarlas de forma más eficiente y directamente al suelo.
Finalmente, JARC-COAG pide que no se ponga a todo el mundo dentro de un mismo saco, porque como en todas las profesiones, hay gente que posiblemente no lo hace bien, y hay una inmensa mayoría que se deja las «cuernos» para seguir mejorando. También reclama al Departamento de Agricultura que apoye más las inversiones que se están haciendo para la mejora de la gestión de los purines, y que actualicen, con urgencia, los parámetros de medida para la fertilización orgánica (tablas que establecen la cantidad de Nitrógeno generada por cada una de las especies).