El Presidente de JARC-COAG, Francisco Boronat, se ha reunido en Madrid con la Directora General del Catastro, Belén Navarro, para trasladarle directamente el perjuicio que la nueva valoración catastral supone a los agricultores y ganaderos.
La representante del Ministerio de Hacienda se ha comprometido a revisar de forma individual la valoración de las explotaciones que lo soliciten, asegurándose de que la cuantía establecida responda a la situación actual de la explotación.
La organización agraria continuará las reuniones de trabajo con representantes de los Ayuntamientos para pedirles máxima prudencia y responsabilidad en el momento de establecer los coeficientes de los tributos que toman como base esta nueva valoración, ya que el sector no está en condiciones de asumir una mayor presión impositiva.
JARC-COAG lleva tiempo denunciando esta situación, ya que la nueva valoración de las construcciones conlleva un desmesurado aumento de diversos tributos relacionados (IBI o el impuesto sobre transmisiones patrimoniales) totalmente inasumible por los agricultores y ganaderos, que en muchos casos, se ven obligados a vender sus productos a un precio situado bajo el coste de producción.
Los representantes del Catastro se han sensibilizado con la problemática cuando se ha analizado conjuntamente el impacto de casos reales, como el de una granja de conejos de unas 840 madres, que ha visto como su valor catastral se incrementaba un 38.859%.
Finalmente los representantes del Catastro se han comprometido a revisar individualmente todas las valoraciones que los agricultores y ganaderos consideren desmesuradas, valorando la documentación aportada en relación a los diferentes parámetros tenidos en cuenta para el cálculo (antigüedad de la construcción, uso actual, valor de mercado , superficie dedicada a construcciones improductivas, etc). También revisarán los criterios de valoración generales que JARC-COAG considere que no responden a la realidad del sector.
El presidente de esta organización agraria anuncia que seguirán manteniendo reuniones de trabajo con representantes de los Ayuntamientos, para pedirles máxima prudencia y responsabilidad en el momento de establecer los coeficientes de los tributos que toman como base esta nueva valoración, ya que el sector no está en condiciones de asumir una mayor presión impositiva.
