La dieta es uno de los factores más importantes en la salud, por lo que es necesario disponer de modelos de simulación gastrointestinal que permitan estudiar los procesos digestivos a nivel químico y molecular como paso previo a los estudios de intervención en humanos, más costosos y con muchas limitaciones éticas.
Por ese motivo, el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) ha tomado la decisión de incorporar a sus instalaciones un simulador dinámico gastrointestinal Gastrosim, única herramienta de este tipo ubicada en Castilla y León. Este dispositivo permite realizar estudios de bioaccesibilidad de compuestos bioactivos en alimentos, permite simular condiciones digestivas normales o alteraciones como disfagias o cualquier dificultad en la deglución, o movilidades gástricas.
Una de las principales ventajas de los simuladores ‘in vitro’ es que permiten realizar la toma de muestras en zonas donde sería imposible en ensayos en vivo dado su difícil acceso (estómago, intestino, colon), además de permitir la monitorización de distintas variables fisiológicas, como puede ser la frecuencia o tipo de movimientos peristálticos, pH, composición de los fluidos gastrointestinales, así como aspectos químicos asociados al metabolismo gástrico o colónico.
Por ello, es una herramienta de gran valor para entender la funcionalidad de los alimentos y formular productos optimizados en cuanto a la concentración de compuestos activos que posean o dirigidos a facilitar su acción terapéutica.
Además, estos estudios pueden contribuir en la mejora de preparados alimenticios más nutritivos, así como evaluar la interacción de ciertos fármacos que deben ser consumidos junto con alimentos tales como el hierro, cuya administración está asociada con alimentos ricos en vitamina C y optimizar las condiciones de consumo más eficaces.
Adaptación a la demanda
La demanda por parte de los consumidores de nuevos ingredientes y alimentos funcionales ha llevado a la industria agroalimentaria a dar prioridad al desarrollo de este tipo de productos.
La funcionalidad no solo viene determinada por el tipo o la concentración en que se encuentran ciertos compuestos bioactivos, sino que está altamente influenciada por la biodisponibilidad de los mismos, entendiéndose como el grado y la velocidad con que estos compuestos acceden a la circulación sanguínea, y alcanza la diana terapéutica.
Investigación en alimentos innovadores y saludables
El Itacyl, donde se va a trabajar con el simulador Gastrosim, cuenta con una extensa experiencia en el campo de la tecnología agroalimentaria, los productos innovadores y el desarrollo de alimentos funcionales.
El Instituto enfoca su actividad desde un punto de vista holístico, abarcando desde el desarrollo y puesta a punto de nuevas metodologías de extracción, estabilización y caracterización o evaluación bioactiva de compuestos funcionales hasta la incorporación de estos compuestos en matrices alimentarias combinado con la aplicación de tecnologías que contribuyan a la estabilización y extensión de la vida útil del producto final. Sin olvidar la importancia de la valorización de subproductos de la industria agroalimentaria y la sostenibilidad y eficiencia de los procesos industriales.
El Itacyl, cuya sede central está en la Finca Zamadueñas, cuenta con infraestructuras singulares a disposición del sector agroalimentario que permiten optimizar y escalar procesos a la industria como las altas presiones hidrostáticas, extrusión, fritura a vacío, tecnologías hidrotérmicas, liofilización, deshidratación, entre otras, además de registro sanitario para la puesta en mercado de productos obtenidos para las empresas y, a partir de ahora, el simulador Gastrosim.
Por otra parte, se cuenta con un vivero de innovación, con unos espacios destinados a la primera instalación temporal de empresas.