La agricultura sostenible enfrenta numerosos desafíos, incluido el control de plagas. En La Rioja, donde el cultivo de la remolacha es vital, los agricultores han tenido que buscar nuevas alternativas ante la reciente prohibición de insecticidas neonicotinoides. Aquí es donde entra en juego la colaboración entre ARAG-ASAJA y AIMCRA para asegurar un futuro rentable y sostenible para el sector remolachero en La Rioja.
Soluciones Innovadoras contra las plagas para el Sector Remolachero
Enfocados en encontrar métodos sostenibles para el control de plagas en la remolacha, ARAG-ASAJA y AIMCRA han establecido campos demostrativos en Castañares de Rioja y Casalarreina. Estos campos sirven como plataformas para investigar:
- Manejo del cultivo de la remolacha sin neonicotinoides
- Uso de trampas y redes de alertas para una detección temprana de plagas
- Evaluación de insecticidas foliares autorizados
- Nuevas variedades de remolacha resistentes a enfermedades como la amarillez virosa
Inversión en Educación Agrícola y Herramientas de Monitoreo
Uno de los elementos más significativos de esta iniciativa es la formación ofrecida por técnicos de ARAG-ASAJA. Los agricultores aprenden a manejar herramientas como redes de alertas y adquieren habilidades para la identificación de plagas, lo que constituye una inversión en la sostenibilidad del sector agrícola en La Rioja.
Tendencias Actuales y Futuras en la Agricultura de La Rioja
El inicio de la campaña de remolacha en La Rioja nos da un vistazo a las tendencias emergentes. Aunque hay desafíos, como el aumento de enfermedades foliares, también hay signos alentadores. La recuperación de la superficie de cultivo y el control de enfermedades con nuevas variedades resistentes muestran un camino positivo hacia adelante.
El cultivo de la remolacha mantiene, en La Rioja, aproximadamente 70 cultivadores con una superficie de 670 hectáreas cultivadas