El primer brote de influenza aviar altamente patógena (IAAP) de la temporada 2024-2025 ha sido confirmado en Francia, específicamente en una granja avícola ubicada en Ille-et-Vilaine. El hallazgo, registrado el 12 de agosto de 2024, marca el retorno de esta amenaza viral a la industria avícola francesa, luego de varios meses sin incidentes desde el último brote reportado en enero de 2024. Este suceso ha generado preocupación en las autoridades y en la comunidad agrícola, dada la importancia económica y sanitaria de controlar esta enfermedad.
El contexto del brote y su importancia para la región
El brote ha sido localizado en una granja avícola situada en una zona de alto riesgo, debido a su proximidad con áreas naturales frecuentadas por fauna silvestre, una de las principales fuentes de contaminación. La influenza aviar es una enfermedad viral que afecta principalmente a las aves, pero que también puede tener implicaciones para la salud humana, especialmente cuando se trata de cepas altamente patógenas como la H5N1, conocida por su capacidad de causar brotes masivos con altas tasas de mortalidad entre las aves.
En este contexto, la detección del brote en Ille-et-Vilaine no solo representa un desafío para las autoridades sanitarias, sino que también subraya la vulnerabilidad de las granjas avícolas frente a la transmisión del virus a través de aves silvestres. La región de Bretaña, donde se encuentra Ille-et-Vilaine, es conocida por su densa población avícola y su proximidad a las rutas migratorias de aves marinas, lo que incrementa el riesgo de introducción y propagación de la enfermedad.
Medidas de control y vigilancia implementadas
Inmediatamente tras la detección del brote, las autoridades implementaron un conjunto de medidas de control y vigilancia estrictas, de acuerdo con los protocolos establecidos para la gestión de brotes de influenza aviar altamente patógena. La granja afectada fue rápidamente despoblada, es decir, todas las aves fueron sacrificadas para evitar la propagación del virus, y se inició un proceso exhaustivo de desinfección de las instalaciones.
Además, se establecieron dos zonas de control alrededor de la granja afectada: una zona de protección de 3 kilómetros de radio y una zona de vigilancia de 10 kilómetros. Dentro de estas áreas, se han impuesto restricciones severas, como la prohibición de movimiento de aves de corral, para minimizar el riesgo de dispersión del virus a otras explotaciones avícolas. Las granjas situadas en estas zonas están sujetas a una vigilancia intensificada, que incluye controles sanitarios regulares y la implementación de medidas de bioseguridad reforzadas.
Impacto en el estatus sanitario de Francia
La detección de este brote ha tenido implicaciones significativas para el estatus sanitario de Francia en relación con la influenza aviar altamente patógena. Hasta el momento de la detección, Francia ostentaba el estatus de «libre de IAAP», un reconocimiento que facilita el comercio internacional de productos avícolas al garantizar que el país está libre de esta enfermedad. Sin embargo, con la confirmación del brote en Ille-et-Vilaine, este estatus se ha perdido.
Recuperar el estatus de «libre de IAAP» será un proceso que implicará 28 días desde la finalización de las operaciones de limpieza y desinfección en la granja afectada, siempre y cuando no se detecten nuevos focos de la enfermedad durante ese periodo. Este intervalo es crucial, ya que la ausencia de nuevos brotes permitirá a las autoridades declarar controlada la situación y retomar la normalidad en el comercio avícola.
Perspectivas y conclusiones
A pesar de la gravedad del brote, el nivel de riesgo para el resto del territorio nacional ha sido clasificado como «insignificante» por las autoridades desde el 3 de mayo de 2024. Este bajo nivel de riesgo refleja la eficacia de las medidas de bioseguridad implementadas a lo largo del país y la capacidad de respuesta rápida ante focos aislados de la enfermedad.
Sin embargo, la reaparición de la IAAP en Francia pone en evidencia la necesidad de mantener una vigilancia constante, especialmente en regiones como Bretaña, donde la interacción entre aves domésticas y silvestres es más probable. Este incidente subraya la importancia de la colaboración entre las autoridades sanitarias, los productores avícolas y las comunidades locales para prevenir y controlar la diseminación de enfermedades animales que pueden tener graves repercusiones económicas y de salud pública.
El brote de influenza aviar altamente patógena en Ille-et-Vilaine no solo es un recordatorio de la naturaleza impredecible de las enfermedades infecciosas, sino también de la importancia de estar preparados para responder eficazmente. La continua vigilancia y la implementación rigurosa de medidas de control serán clave para proteger la industria avícola francesa y garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo.