Incarlopsa, la destacada empresa castellanomanchega especializada en la producción y elaboración de productos cárnicos porcinos, ha consolidado su compromiso con el desarrollo económico y sostenible del medio rural. Con más de 40 años de trayectoria y ubicada en el municipio de Tarancón (Cuenca), la compañía ha demostrado su impacto positivo en la región y su alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
En 2022, el valor generado por Incarlopsa ha experimentado un notable aumento del 16,5% en comparación con el año anterior, alcanzando la cifra de 844,7 millones de euros. Este valor, que representa el 1,9% del Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla-La Mancha, contribuye de manera directa al ODS 11, centrado en lograr que las ciudades y asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
Modelo de negocio sostenible Incarlopsa
El modelo de negocio de Incarlopsa se caracteriza por promover la economía de proximidad, dando prioridad a la contratación de proveedores locales en torno a sus plantas productivas. Esta estrategia no solo fortalece la economía regional sino que también dinamiza el medio rural en el que la compañía lleva a cabo sus operaciones.
Las compras de ganado representan más del 65% del valor generado por Incarlopsa en 2022, totalizando 561,4 millones de euros. Este dato refleja un incremento significativo del 21,6% en comparación con el ejercicio anterior. La compañía ha reafirmado su compromiso con proveedores nacionales, adquiriendo toda su materia prima (cerdo vivo) de fuentes 100% nacionales. En 2022, Incarlopsa colaboró con 1.680 ganaderías, un aumento del 11% respecto al año anterior.
Además, la totalidad de los cerdos de capa blanca utilizados por Incarlopsa provienen de proveedores certificados en bienestar animal. Este enfoque en la calidad de la materia prima se extiende a la adhesión de todos los proveedores al Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), reforzando así su compromiso con prácticas sostenibles y éticas en toda la cadena de producción.
La vinculación de Incarlopsa con el territorio se traduce también en la generación de empleo y oportunidades de desarrollo para las nuevas generaciones en el medio rural. En 2022, la compañía proporcionó empleo a más de 4.000 personas, entre empleo directo e indirecto, contribuyendo al dinamismo económico de las comunidades locales.
Incarlopsa no solo se posiciona como líder en la industria cárnica, sino que también emerge como un actor clave en el impulso del desarrollo económico sostenible en el medio rural. Su modelo de negocio responsable y su compromiso con prácticas sostenibles demuestran que el éxito empresarial y la contribución al bienestar de la sociedad pueden ir de la mano. La empresa no solo genera riqueza económica sino que también establece un estándar para la colaboración entre el sector privado y las comunidades locales.
Compromiso continuo con el desarrollo sostenible
Incarlopsa no se limita solo a la generación de riqueza económica, sino que su compromiso con el desarrollo sostenible también se refleja en iniciativas medioambientales y sociales. La compañía trabaja en consonancia con los principios del Pacto Verde Europeo (Green Deal), destacando su enfoque en prácticas agrícolas y ganaderas respetuosas con el medio ambiente. Este compromiso se traduce en un desarrollo sostenible que abarca la cadena de suministro y contribuye a la preservación de los recursos naturales.
Desarrollo de Proyectos Locales:
Incarlopsa va más allá de ser un mero actor económico y se involucra activamente en el desarrollo de proyectos locales que fomentan la educación, el bienestar comunitario y la infraestructura. A través de diversas iniciativas, la empresa busca mejorar la calidad de vida de las comunidades donde opera, promoviendo la creación de oportunidades educativas y laborales que, a su vez, fortalecen el tejido social y económico de la región.
La empresa apuesta por la innovación y la tecnología como catalizadores del desarrollo rural. La implementación de prácticas agrícolas y de gestión avanzadas no solo aumenta la eficiencia operativa de Incarlopsa, sino que también sirve como modelo para la modernización del sector agropecuario en el entorno rural. Este enfoque vanguardista contribuye a la creación de empleo altamente cualificado y a la mejora de la productividad en la región.
Incarlopsa no solo se ve a sí misma como una entidad empresarial aislada, sino como parte integral de la comunidad. La compañía fomenta la colaboración con instituciones locales, organizaciones sin fines de lucro y autoridades gubernamentales para abordar de manera conjunta los desafíos y oportunidades que afectan a la región. Esta colaboración activa se traduce en soluciones sostenibles y en el fortalecimiento de las capacidades locales.
El compromiso de Incarlopsa con el desarrollo sostenible y el medio rural no es solo un esfuerzo a corto plazo, sino una visión a largo plazo. La empresa continúa invirtiendo en prácticas y tecnologías sostenibles que garanticen la preservación del entorno natural y el bienestar de las generaciones futuras. Este enfoque proactivo y sostenido posiciona a Incarlopsa como un referente en la integración exitosa de la actividad económica y el desarrollo sostenible en el tejido rural de Castilla-La Mancha.
Incarlopsa emerge como un pilar fundamental en la construcción de un modelo económico y social sostenible en Castilla-La Mancha. Su impacto positivo no solo se mide en términos de cifras económicas, sino también en la contribución tangiblemente beneficiosa para las comunidades locales y el medio ambiente. La empresa demuestra que la prosperidad empresarial y la sostenibilidad pueden coexistir, estableciendo así un ejemplo valioso para el sector y resaltando su papel crucial en el desarrollo rural.