Antes del inicio de las labores de PODA, recuerdan desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía, es conveniente e importante recordar las precauciones que se deben tomar para intentar, en la medida de lo posible, no favorecer el desarrollo y dispersión de las enfermedades incluidas en el complejo denominado «Hongos de madera».
Entre las medidas culturales de prevención se encuentran:
– Retrasar la poda todo lo posible (en el caso de Eutipiosis (Eutypa lata)), ya que el hongo decrece hacia el final del invierno.
– No realizar la poda cuando se prevea condiciones meteorológicas adversas (lluvias o nieblas densas o persistentes). No podar después de lluvias y cuando se prevean precipitaciones en los 4 días siguientes a la poda.
– Las cepas afectadas deben podarse por separado en la medida de lo posible, procediendo a la desinfección de las herramientas de poda, entre cepa y cepa o, como mínimo, entre sanas y afectadas.
– En las cepas afectadas, cortar la parte enferma hasta llegar a la madera sana (unos 7 cm de madera sana).
– Desinfectar las herramientas de poda de una planta a otra o por lo menos al final de cada lineo con una solución de hipoclorito sódico (lejía) u otro desinfectante.
– Tratar las heridas de la poda con cicatrizante con producto fungicida autorizado para ello, especialmente en madera de cierto grosor.
– En aquellas parcelas que la pasada campaña hayan tenido fuerte ataque de Excoriosis (Phomopsis viticola) sería conveniente realizar un tratamiento fungicida en los estados fonológicos C/D (Punta verde/Hojas incipientes).
Estas medidas no van a erradicar el problema del todo, pero si conseguiremos retrasar en parte el desarrollo de estos hongos de madera en las cepas afectadas, y no contaminar las cepas colindantes.
Consulte aquí la guía de cultivo de uva de transformación.