Grefa quiere extender el control biológico de los topillos a la provincia de León

Agronews Castilla y León

30 de marzo de 2018

foto 3 cernicalo vulgar y roedor. foto grefa

Dos años después de la gran plaga de topillos de 2007, el Grupo de rehabilitación de la fauna autóctona y su hábitat, GREFA, comenzó la colocación de cajas nido para aves rapaces como una de las herramientas para controlar la población y prevenir, en la medida de lo posible, que se conviertan en devastadoras plagas como la de hace 11 años. En aquella ocasión, la zona más afectada fue Tierra de Campos, que se extiende por Valladolid, Palencia, Zamora y León, en las tres primeras provincias ya se han colocado alrededor de 2.000 cajas nido, pero, de momento, ninguna en la de León.

En el marco de unas jornadas de agricultura ecológica en la Universidad de León, Lorena Hernández, técnico de control biológico de GREFA, propuso la posibilidad de crear una nueva zona en la parte leonesa de Tierra de Campos, en aquellos municipios donde haya problemas con la sobrepoblación de topillo. La puesta en marcha de esta iniciativa puede venir, explica, por parte de los agricultores a título particular, de los municipios, la diputación provincial o las Juntas Agropecuarias Locales porque “trabajan con un amplio rango de entidades”.

2.000 cajas nido en casi 10 años

A raíz dela plaga de 2007, GREFA comenzó a trabajar en 2009 en Palencia, Valladolid y Zamora con el objetivo de “cambiar la manera de gestión de la plaga, eliminando los rodenticidas anticoagulantes químicos y la quema de ecosistemas lineales y vías de dispersión, ya que sirven de refugio también a los depredadores que después servirán para controlar a los topillos”. Desde entonces, “hay más de 30 municipios en los que trabajan con unas 2.000 cajas nido instaladas”. Hay zonas “donde funciona estupendamente y se ha establecido una población de depredadores que pueden controlar las poblaciones y que no haya daños grandes cuando llegue la plaga, y, en otras zonas, hay que seguir trabajando, mejorando las acciones y complementándolas con otras hasta obtener los resultados que esperamos”.

Máquina de aniquilar topillos

El proyecto de GREFA trabaja con lechuza común, cernícalo vulgar y mochuelo y no solo se basa en la colocación de cajas nido, sino también en implementar medidas para que depredadores naturales tengan zonas de refugio, por ejemplo, la comadreja, que “es una maquina de aniquilar topilllos porque se mete en las huras” o reptiles, como las culebras y “todos los depredadores que puedan controlar al población”

Cambio de mentalidad

El control biológico ayuda, pero Hernández incide en que es tan solo “una parte de una gestión integrada de la plaga” y que hay que tener en cuenta que es “necesario empezar a cambiar de mentalidad y la manera de gestionar la agricultura”. Asegura, con rotundidad, que la plaga de topillo campesino de 2007 se debe “a la intensificación de la agricultura a la que va encaminada la nueva política agraria, que favorece muy poco la buena relación entre la agricultura y la conservación”.

Aunque Grefa no trabaja en el control biológico de la plaga de conejos que afecta, de manera importante a la comarca del Bierzo en la actualidad, Lorena Hernández, explica que “si hay un problema es porque hay un desequilibrio, que se acentúa por la construcción de autovías y zonas donde a los consejos les cuesta poco escavar y son zonas tranquilas porque la caza no está permitida en autovías y vías ferroviarias”. Además, las especies depredadoras de los consejos son cinegéticas y “cuando hay un pico de población de conejo, coincide con la veda en la que se caza a los depredadores”.



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