El Gobierno de La Rioja, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente, ha dado un paso decisivo para apoyar a los viticultores riojanos afectados por problemas de comercialización y pérdida de renta. Un total de 619 viticultores se beneficiarán de estas ayudas, que ascienden a 4,3 millones de euros, según la resolución provisional publicada hoy en el Boletín Oficial de La Rioja (BOR). Estas ayudas son un alivio crucial para un sector que ha enfrentado serias dificultades debido al exceso de existencia en bodega, lo que ha dificultado la venta de la producción de esta campaña.
La problemática del exceso de existencias en bodega
El sector vitivinícola de La Rioja ha enfrentado una situación complicada en los últimos tiempos, marcada por un exceso de existencias en las bodegas. Esta situación ha surgido principalmente debido a una disminución de las ventas, lo que ha generado un desajuste en el sistema de oferta y demanda para las uvas y vinos acogidos a la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja. Como resultado, muchos viticultores han encontrado dificultades para encontrar compradores para su producción, lo que ha afectado directamente sus ingresos y la viabilidad de sus explotaciones.
Objetivo de las ayudas: paliar la pérdida de renta
El objetivo principal de estas ayudas es paliar la pérdida de renta de los viticultores riojanos, quienes se han visto gravemente afectados por esta situación. La ayuda financiera permitirá a los viticultores compensar en parte las pérdidas sufridas y garantizar la retirada del mercado de 6,8 millones de kilos de uva. Esta medida es vista como un paso importante para equilibrar el sistema de oferta y demanda y aportar estabilidad al sector en un momento de incertidumbre.
Condiciones para la concesión de ayudas
Uno de los requisitos clave para poder optar a estas ayudas era que las parcelas de los viticultores no estuvieran acogidas a otras medidas contempladas en la Intervención Sectorial del Vino (ISV). De los 619 beneficiarios, 258 no pudieron acogerse a la medida de cosecha en verde, mientras que 361 sí lo hicieron en alguna de sus parcelas vitícolas. Esto demuestra la amplitud de la crisis que afecta al sector, donde una gran parte de los productores no ha podido beneficiarse de otras medidas de apoyo.
Compromisos y plazos: un proceso vigilado
Para recibir las ayudas, los beneficiarios deben cumplir con una condición específica: las uvas deberán permanecer en la viña hasta el 15 de noviembre, una vez finalizada la vendimia. Este requisito garantiza que las uvas no sean vendidas, contribuyendo así a la reducción efectiva de la producción disponible en el mercado y ayudando a mitigar el exceso de oferta que ha causado el desequilibrio actual.
Además, los solicitantes incluidos en esta propuesta provisional tienen un plazo de cinco días, a partir del 26 de agosto, para presentar las alegaciones que consideren oportunas. Este plazo es crucial para asegurar que todas las situaciones y casos específicos sean evaluados con precisión antes de la resolución definitiva. Una vez finalizado este proceso, la resolución definitiva se trasladará al Consejo Regulador de la DOCa RIOJA, quien se encargará de eliminar de la superficie subvencionada la producción equivalente a los rendimientos amparados en la campaña 2024/2025.
Un alivio financiero para el sector vitivinícola
El importe total de las ayudas concedidas, 4.345.725 euros, representa un apoyo significativo para los viticultores afectados, quienes han visto cómo la situación del mercado ha puesto en riesgo la sostenibilidad de sus explotaciones. Con esta medida, se retirarán del mercado 4,7 millones de litros de vino, un paso que se espera contribuya a aliviar la presión sobre las bodegas y a estabilizar los precios del vino en la región.
Valoración positiva del Gobierno de La Rioja
Desde el Gobierno de La Rioja se ha valorado de forma positiva la gestión de estas ayudas, que se suman a los más de 30,5 millones de euros destinados a la destilación voluntaria de crisis. Este esfuerzo conjunto ha permitido cubrir las necesidades solicitadas por el sector vitivinícola, demostrando el compromiso del gobierno regional con uno de los sectores más emblemáticos de la comunidad. La suma de estas ayudas refleja la previsión y eficacia en la gestión del Gobierno de La Rioja, que ha logrado responder a las necesidades del sector con rapidez y precisión.
Un sector en busca de estabilidad
El sector vitivinícola de La Rioja es uno de los pilares económicos de la región, y su estabilidad es crucial no solo para los viticultores, sino para toda la cadena de valor que depende de la producción y comercialización del vino. La crisis actual ha puesto de manifiesto la necesidad de medidas estructurales que garanticen la sostenibilidad a largo plazo del sector. Las ayudas concedidas son un paso en esa dirección, pero también subrayan la importancia de continuar trabajando en soluciones que permitan a los viticultores afrontar futuros desafíos con mayor resiliencia.