
Alemania, referente histórico de la ganadería porcina en Europa, atraviesa una transformación estructural profunda en su modelo de producción. Según los datos preliminares del censo ganadero publicados por la Oficina Federal de Estadística (Destatis), al 3 de mayo de 2025 existían 15.250 explotaciones porcinas activas en el país. Esta cifra representa una caída del 3,3 % interanual y un descenso acumulado del 41 % desde 2015, lo que equivale a la desaparición de 10.600 granjas en solo diez años.
Este fenómeno se inserta dentro de una tendencia sostenida hacia la concentración de la producción, en la que menos granjas manejan más cerdos por unidad productiva, lo que plantea múltiples desafíos en términos de sostenibilidad, bienestar animal, empleo rural y sanidad ganadera.
Menos explotaciones, más intensivas: de 1.100 a 1.400 cerdos por granja
El modelo ganadero extensivo y familiar pierde terreno ante estructuras productivas cada vez más intensivas y mecanizadas. Si en 2015 cada granja tenía en promedio 1.100 animales, una década después ese número asciende a casi 1.400 cerdos por explotación, reflejando un aumento del 27 % en la concentración por unidad productiva.
Este incremento del tamaño medio de las explotaciones contrasta con el descenso más moderado en la población total de cerdos, que se situó en 20,9 millones de cabezas en mayo de 2025, un 1,2 % menos que en el mismo mes de 2024. La reducción interanual equivale a 256.900 animales menos, y a nivel decenal supone un recorte del 25,6 % (-7,2 millones de animales).
Composición del censo porcino: lechones, engorde y reproductoras a la baja
El descenso no afecta por igual a todas las categorías productivas. Según los datos difundidos:
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El número de cerdos de engorde se situó en 9,4 millones, con una disminución del 0,7 % (-64.500 animales) respecto al año anterior.
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El conjunto de lechones y animales jóvenes alcanzó los 10,1 millones, un 1,6 % menos (-164.500).
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La cabaña de cerdas reproductoras bajó un 1,3 % (-18.200 animales), quedando por debajo del umbral de 1,4 millones de cabezas.
Estos datos evidencian una reducción sistemática del volumen reproductivo del sector, lo que podría comprometer la autosuficiencia del país a medio plazo o incentivar importaciones de animales vivos y carne desde otros países europeos.
Impacto estructural en las regiones rurales: menos empleo y más dependencia
La concentración de la producción porcina en menos manos tiene consecuencias territoriales y sociales. Muchas de las granjas que han desaparecido eran explotaciones familiares de pequeño o mediano tamaño, integradas en la economía de las regiones rurales. La desaparición de 10.600 granjas en una década implica la pérdida directa de miles de puestos de trabajo, el cierre de servicios asociados (veterinarios, transporte, alimentación animal) y un debilitamiento del tejido socioeconómico rural.
Al mismo tiempo, las grandes explotaciones que subsisten presentan mayores exigencias en inversión tecnológica, cumplimiento normativo y presión ambiental, lo que abre nuevos interrogantes sobre su viabilidad a largo plazo bajo los parámetros del Pacto Verde Europeo y las exigencias de descarbonización.
Paralelismo con el vacuno: también disminuye la cabaña bovina
La tendencia no se limita al porcino. El número total de cabezas de ganado vacuno en Alemania se situó en 10,3 millones en mayo de 2025, lo que representa una caída interanual del 2,7 % (-291.500 animales) y del 18,3 % en la última década. La población de vacas lecheras, en concreto, cayó un 2,5 % interanual y un 16,5 % desde 2015, con una pérdida acumulada de 708.200 animales.
El número de explotaciones de vacas lecheras también disminuyó: 47.700 en 2025, frente a 74.700 en 2015, lo que implica una contracción del 36,2 % en diez años. La intensificación también se refleja aquí: menos explotaciones, más producción por unidad.
Factores detrás de la caída: normativa, costes y presión ambiental
Entre las causas que explican esta reducción generalizada del número de granjas porcinas y bovinas en Alemania, destacan:
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Normativas más estrictas en materia de bienestar animal, emisiones y uso de antibióticos.
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Aumento de costes de producción (piensos, energía, mano de obra).
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Cambios en la demanda: descenso del consumo interno y mayor competencia internacional.
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Escasa rentabilidad para las pequeñas explotaciones.
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Políticas de reconversión estructural y abandono de la actividad ganadera.
Todo ello se traduce en un sector más polarizado, en el que solo las explotaciones más tecnificadas y adaptadas al mercado global logran sobrevivir.
Desafíos futuros: sostenibilidad y relevo generacional
El descenso de explotaciones también plantea retos como:
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Falta de relevo generacional: muchas explotaciones cerradas no encuentran continuidad en la familia.
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Presión social y ambiental sobre las grandes explotaciones intensivas.
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Dependencia creciente de las importaciones ante el descenso de la producción nacional.
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Necesidad de inversiones verdes para mantener la competitividad en el marco europeo.
Tabla resumen de datos
Año | Granjas porcinas | Nº total de cerdos | Cerdos por granja |
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2015 | 25.850 | 28,1 millones | 1.088 |
2024 | 15.770 | 21,2 millones | 1.345 |
2025 | 15.250 | 20,9 millones | 1.371 |