Se preveía un desastre en el regadío leonés y los datos han confirmado esas previsiones, en dos cultivos fundamentales para la provincia como el maíz y la remolacha, las superficies han bajado considerablemente respecto al año pasado. En el caso del maíz, no ha sido hasta principios de esta semana cuando se han terminado las siembras, mientras que lo habitual es hacerlo a principios de abril, se ha pasado de las casi 67.000 hectáreas de 2015 a apenas 57.000. Eso supone, según Matías Llorente, secretario general de UGAL-UPA, un “riesgo grande dependiendo de cómo venga el otoño”, pero en cualquier caso cree que “como mínimo” las pérdidas superarán el 30% y “si hiela en octubre o noviembre, se podría perder gran parte de la cosecha”. A esta reducción de superficie, en el caso del maíz se une otro problema, la plaga de gusano gris o rosquilla que asola parte de la superficie. Este invierno las heladas han sido débiles y eso ha provocado que no mueran plagas como la procesionaria del pino -que se observa en toda la provincia- o el gusano gris, ahora “al haber tanta hierba, las mariposas han puesto los huevos, han salido los gusanos y con el calor de los últimos días se han desarrollado muy rápido y se han hecho muy voraces”. Esta plaga se ha llevado plantaciones enteras de maíz y también afecta a la remolacha y, en las huertas, a los pimientos y los tomates. Un ataque muy fuerte que, en ocasiones, requiere hasta dos o tres tratamientos para poder terminar con él.
Pero no solo las siembras tardías y el gusano gris atacan la rentabilidad de los agricultores de maíz, muchos de ellos, además, han tenido que resembrar sus fincas en varias ocasiones por las excesivas lluvias de esta primavera. Según Llorente, “se han tenido que resembrar 2.000 hectáreas”, y aunque los agricultores tienen un seguro con las casas proveedoras que dan la simiente, las labores son por cuenta del agricultor. Calcula que las pérdidas en este cultivo serán del 30%, que en datos y teniendo en cuenta que, anualmente se recogen en torno a 600.000 toneladas, “la perdida será de 18.000 toneladas menos”.
1.000 hectáreas menos de remolacha
En remolacha, la PAC contabiliza en León 4.669 hectáreas, de las que 1.000 son de cultivo propio de la industria Azucarera a través de convenios con agricultores. El año pasado, recuerda Llorente, había casi 6000 hectáreas, por lo que la “caída ha sido importante” y se une a que la previsión era aumentar a 7.000 esta campaña. “Un desastre bastante grande, sobre todo porque la remolacha tenía que estar sembrada en marzo y gran parte de ella se ha sembrado a principios de junio, con lo cual las pérdidas van a ser muy importantes”. Además, se pregunta cómo se llevará a cabo la molturación por parte de la industria Azucarera, ya que las siembras se han producido en dos tiempos, por lo que prevé que la primera 'sembrada' se entregará en Toro (Zamora) y la segunda se quedará en La Bañeza (León) que molturará desde enero o febrero hasta abril, como ocurrió el año pasado.
Frente a esta caída de superficie en maíz y remolacha, ha subido de manera considerable el girasol. Por otro lado, en torno al 15% de la superficie en la zona de Los Payuelos y el Páramo se ha quedado sin sembrar, en barbecho, debido a la excesiva humedad acumulada con las lluvias de primavera.
En definitiva, en regadío, el secretario general de UGAL-UPA cree que “se pasará mal para cubrir los gastos en semillas, riegos, pesticidas, etc”. “Si al final no se pierde dinero, nos conformaríamos porque podría ser un desastre y la ruina para algunas explotaciones”, finaliza.
El peligro de las tormentas
La semana pasada, el granizo afectó a algunas fincas de lúpulo, alubias, maíz y remolacha. Ahora comienza, con San Juan, un mes en el que las tormentas son habituales y pueden perjudicar, sobre todo a los cereales. Explica Llorente que “ahora mismo cebada y avena de secano están salvadas, pero, en el caso del trigo los golpes de calor pueden producir problemas serios”.
En cualquier caso, en secano, se espera una buena cosecha “aunque los precios han bajado a niveles que no se sospechaban”, similar a la histórica del año 2008.