La tierra siempre se ha considerado una fuente de vida y de materias primas, sin embargo, por su topografía, para los regantes también puede suponer una fuente importante de ahorro de energía. “Hoy más que nunca se necesita dimensionar los proyectos de modernización de regadíos y en general de todas las infraestructuras hidráulicas para aprovechar los desniveles geométricos del terreno y conseguir así que los consumos de energía de los regadíos modernizados puedan ser mínimos” según afirmó hoy, 22 de abril, el presidente de la Federación Nacional de Regantes (FENACORE), Andrés del Campo, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Tierra.
Un claro ejemplo reciente de esta práctica lo tenemos en la Comunidad de Regantes de la Acequia Real del Júcar (Valencia), donde el aprovechamiento de la orografía para conseguir energía para sus sistemas de riego por presión en 15.000 hectáreas de arbolado permitirá rebajar cerca de 1,8 millones de euros anuales el gasto eléctrico.
Fenacore recuerda que si bien la transformación de los antiguos mecanismos de riego por gravedad a estos sistemas de presión han permitido el ahorro de más de un 20% de agua al año, también ha supuesto un incremento de energía. Al margen de la modernización, el problema de los costes energéticos ha venido motivado por el incremento en más de un 100% de la factura desde que en 2008 desaparecieran las tarifas adaptadas a los diferentes sectores productivos como era el caso del regadío.
A partir de ese momento, el criterio seguido por los diferentes gobiernos ha sido el intentar asegurar la disminución del deficit del sistema eléctrico incrementando sustancialmente los costes fijos regulados que dependen del Ejecutivo de turno y están formados por un totum revolutum de conceptos (impuestos, subvenciones al carbón, moratoria a la energía nuclear, primas a la producción de energías renovables, etc.).
Soluciones creativas para un abastecimiento a menor precio
Fenacore recuerda que si bien recientemente se consiguió una fiscalidad eléctrica más ventajosa y una reducción de módulos de IRFP, se necesitan soluciones complementarias que compensen los más de 300 millones de euros de sobrecoste soportado por el sector en estos últimos ocho años.
De ahí que esta iniciativa, se sume a otras medidas creativas impulsadas por Fenacore como la compra conjunta de energía, que permitirá este año un ahorro del 17% en la factura a las comunidades de regantes adheridas a esta iniciativa o el impulso a la producción de energías renovables para autoconsumo, como es el caso concreto de la producción de fotovoltaica desarrollada en el proyecto europeo Maslowaten.
En paralelo, se están llevando a cabo estudios energéticos para poder determinar cómo aprovechar las características propias de cada zona regable para producir la energía más adecuada para autoconsumo (hidroeléctrica, eólica, solar…).
Según el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, “todas estas medidas son sólo soluciones parciales para reducir los costes ya que lo realmente importante es pagar por la potencia realmente utilizada y no por la potencia máxima contratada durante los doce meses del año, aunque las estaciones de bombeo no estén en funcionamiento. También es crucial seguir potenciando la aplicación de las nuevas tecnologías en la modernización de nuestros regadíos para obtener la mayor eficiencia en el uso del agua y la energía, de modo que podamos producir más y con menos agua”.