La Comunitat Valenciana se enfrenta a un problema creciente: la sobrepoblación de fauna silvestre, que está provocando estrágos tanto en la agricultura como en la seguridad vial. Según datos de LA UNIÓ de Llauradors , el impacto de esta fauna, en su mayoría jabalíes, conejos, cabras montesas, arruís, muflones y ciervos, ha resultado en pérdidas anuales para los agricultores valoradas en más de 45 millones de euros solo en el año. 2023. Este problema no solo afecta a los cultivos, sino que también está causando daños significativos en las infraestructuras agrarias.
La situación es especialmente alarmante si consideramos el crecimiento constante en el número de accidentes de tráfico relacionados con animales. En 2022, la Dirección General de Tráfico ( DGT ) registró un total de 1.430 siniestros con animales involucrados en la Comunitat Valenciana, un aumento significativo en comparación con los 781 registrados en 2013. Esto representa un incremento del 83% en menos de una década, un dato que subraya la urgencia de abordar esta problemática.
El incremento de accidentes de tráfico y su impacto.
Uno de los problemas más evidentes derivados de la sobrepoblación de fauna es el aumento en la frecuencia de accidentes de tráfico . De acuerdo con los datos proporcionados por la DGT, cada día se producen en la Comunitat Valenciana unos cuatro accidentes relacionados con la fauna, principalmente debido a la presencia de jabalíes en las carreteras. Estos accidentes no solo causan daños materiales, sino que también representan un grave riesgo para la vida de los conductores y pasajeros, con algunos incidentes resultando en víctimas mortales .
El crecimiento exponencial en el número de accidentes es un claro indicio de que las medidas actuales para controlar la población de estos animales no están siendo efectivas. LA UNIÓ destaca la necesidad urgente de implementar estrategias de control más rigurosas y efectivas, que vayan más allá de las medidas preventivas actualmente contempladas por la Conselleria de Agricultura.
Medidas de prevención y financiación insuficientes
A pesar de la gravedad del problema, las soluciones propuestas por las autoridades hasta ahora han sido insuficientes. La Conselleria de Agricultura ha reconocido oficialmente que las medidas actuales para combatir la expansión de la fauna silvestre no han sido eficaces. A pesar de esta admisión, el presupuesto asignado para abordar el problema sigue siendo ridículo. En 2023, la Conselleria solo destinó 250.000 euros a este fin, una cantidad insignificante si la comparamos con los 6,3 millones de euros que destinó Cataluña para el mismo propósito.
Este presupuesto limitado ha resultado en medidas preventivas ineficaces, como la instalación de vallas para impedir el acceso de los animales a las explotaciones agrarias. Sin embargo, en muchas zonas de la Comunitat Valenciana, la instalación de vallas no es una solución viable debido a la extensión del terreno afectado. Además, en zonas donde se han implementado estas barreras, especialmente contra los conejos, la eficacia ha sido limitada , demostrando que este tipo de no son medidas suficientes para controlar la plaga.
El cambio de enfoque de la Conselleria y las demandas de LA UNIÓ
En un reciente anuncio de consulta pública , la Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca presentó un proyecto de orden para establecer las bases reguladoras de ayudas destinadas a prevenir los daños causados por la fauna cinegética en explotaciones agrarias. Este proyecto se centra en la implementación de medidas preventivas , como la instalación de barreras físicas, dejando de lado las medidas compensatorias que habían sido previamente anunciadas.
Este cambio de enfoque ha sido criticado por LA UNIÓ, que insiste en la necesidad de combinar medidas preventivas y compensatorias para abordar de manera efectiva el problema. La organización argumenta que solo con un protocolo integral , que incluye tanto la gestión de la caza y la captura de estos animales como la compensación adecuada a los agricultores afectados, podrá reducir la superpoblación de fauna y mitigar sus efectos negativos.
LA UNIÓ también ha señalado que el problema no es solo de carácter económico, sino que tiene profundas implicaciones para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad del medio rural . La invasión de cultivos y la destrucción de infraestructuras agrarias no solo pone en riesgo la economía de los agricultores, sino que también amenaza la capacidad de la región para producir alimentos de manera sostenible.
Reclamaciones y propuestas de futuro
Ante este panorama, LA UNIÓ ha presentado una serie de propuestas para mejorar la situación. Estas incluyen:
- Aumento del presupuesto destinado a la gestión de la fauna silvestre, alineándolo con las necesidades reales del sector agrario.
- Implementación de un protocolo integral que combina preventivas y compensatorias, asegurando que los agricultores no solo puedan proteger sus cultivos, sino también ser compensados por los daños sufridos.
- Fomento de la caza y captura controlada de especies cuya población esté desbordada, como una medida adicional para reducir el impacto sobre las explotaciones agrarias.
- Financiación de tratamientos con repelentes , ofrecidos de manera gratuita a los agricultores, como una medida complementaria para reducir el daño a los cultivos.
Estas, según LA UNIÓ, son esenciales para garantizar la viabilidad económica de las explotaciones agrarias en la Comunitat Valenciana y para proteger las medidas de seguridad de los conductores en las carreteras. Sin una acción decidida y coordinada, el problema de la superpoblación de fauna silvestre seguirá creciendo, con consecuencias cada vez más graves para la región.
En resumen, la Comunitat Valenciana se enfrenta a un desafío cada vez mayor con la sobrepoblación de fauna silvestre . Los datos son claros: los accidentes de tráfico relacionados con animales y los daños en la agricultura están en aumento, y las medidas actuales no son suficientes para controlar la situación. LA UNIÓ pide una respuesta más robusta y adecuada por parte de las autoridades , que incluya tanto medidas preventivas como compensatorias, para proteger a los agricultores y a los ciudadanos.
Sin una intervención eficaz, las pérdidas económicas seguirán aumentando y la seguridad en las carreteras continuará en riesgo. Es hora de que la Conselleria de Agricultura tome medidas más decisivas y que se asignen los recursos necesarios para abordar este problema de manera efectiva.