En un contexto tan alejado del campo como es La Casa Encendida, en pleno centro de Madrid, se ha celebrado hoy, 5 de mayo, la jornada ‘Factores de Vulnerabilidad de las Mujeres Víctimas de la Violencia de Género que Residen en el Ámbito Rural’. En ella ha participado como ponente Valle Garrido, presidenta de Fademur Madrid (Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de Madrid).
La presidenta de Fademur Madrid ha enfocado su intervención en el factor económico. Por un lado, apunta Garrido, “las Administraciones tienden a concentrar los recursos en los grandes centros urbanos y creen que esto es suficiente porque la población se puede acercar a ellos”. Pero no tienen en cuenta las largas distancias que hay que recorrer para llegar a esos centros, la falta de transporte público y, en los casos en los que sí está disponible, su elevado coste. “En el caso que nos ocupa hoy, es imprescindible que la lucha no sea elitista y las herramientas para combatir la violencia de género llegue a campo de batalla, donde quiera que esté”, ha reivindicado Garrido.
Garrido ha aprovechado la presencia de las autoridades competentes de la Comunidad de Madrid, como la directora general de la Mujer, María Dolores Moreno Molino, para reclamar que ponga fin a este factor de vulnerabilidad. “La Administración tiene que ser justa, no puede olvidarse de una parte de la población”, y ha pedido que “acerquen los medios a las víctimas y no al revés”.
Por otro lado, Fademur también ha señalado el plano microeconómico. La renta media en el rural madrileño es el 56% de la renta media del Madrid urbano. “La población rural en general es más débil económicamente que la urbana y, en concreto, la mujer en el rural tiene menos posibilidades laborales y económicas que en la ciudad, lo que las convierte en más dependientes de los hombres”. Garrido ha explicado que “un problema patriarcal no se puede solucionar con propuestas patriarcales”. Por este motivo, Fademur Madrid concentra sus esfuerzos en empoderar económicamente a las mujeres rurales y liberarlas.
Fademur consigue este objetivo a través de la formación para la inserción laboral. Garrido ha indicado la importancia de los cursos, talleres y ferias para emprendedoras que celebra su organización. “Es un trabajo duro pueblo a pueblo, pero nos da muchas alegrías”, y ha recordado que “las miles de mujeres que hemos ayudado a independizar económicamente son ahora más fuertes frente a la violencia contra ellas. Además, cuanto más fuertes son estas mujeres, más fuertes son también las de su entorno”, ha añadido recordando la importancia de las redes tejidas y del apoyo mutuo.
En esta línea, y para concluir, Fademur ha destacado el ejemplo más tangible de este espíritu de apoyo entre mujeres es su red de ‘Espacios seguros con la violencia de género en el medio rural’, más de 350 lugares físicos a pie de campo en los que existe un protocolo de actuación preparado para prestar servicio a las mujeres víctimas.
