Las explotaciones apícolas de Extremadura podrán adoptar diversas medidas tendentes al control por daños del abejaruco y la disuasión en las inmediaciones de las colmenas como el uso de aves de cetrería, dispositivos de sonido, elementos visuales disuasorios y disparos con escopeta para paliar el problema derivado de los daños que está produciendo el abejaruco en las colmenas derivado de la escasez de precipitaciones en 2017.
Así se ha acordado tras una reunión de la dirección general de Medio Ambiente de la Consejería de Agricultura con representantes de las organizaciones agrarias y el sector apícola.
Las asociaciones agrarias deberán realizar una solicitud a la dirección general de Medio Ambiente, indicando los métodos a emplear y la temporalización de los mismos.