La Universidad de Córdoba revoluciona la tipología de las explotaciones agrarias para fomentar la sostenibilidad. Las políticas agrarias actuales clasifican las fincas agropecuarias según variables estructurales como la localización, el tamaño y la orientación productiva. Sin embargo, estos criterios tradicionales no siempre reflejan adecuadamente la diversidad y complejidad de las explotaciones agrícolas. En un contexto donde la sostenibilidad y la eficiencia son cruciales para el desarrollo del sector agropecuario, es fundamental adaptar las políticas a las necesidades reales de los distintos sistemas agrarios, asegurando un equilibrio entre el desempeño económico y el impacto ambiental, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
Limitaciones del Sistema Actual de Clasificación
Hasta ahora, la clasificación de las explotaciones agrícolas se ha basado en criterios que, si bien son útiles para algunos fines, no abordan de manera integral las variaciones en desempeño entre diferentes tipos de fincas. Variables como la ubicación geográfica o el tamaño de la explotación no logran captar las complejidades asociadas al desempeño económico y ambiental, aspectos cruciales para evaluar la sostenibilidad de las actividades agrícolas.
Un nuevo estudio desarrollado por un equipo de la Universidad de Córdoba (UCO), liderado por los investigadores José A. Gómez-Limón, Jaime Martín-García y Rubén Granado-Díaz, ha propuesto un enfoque innovador para clasificar las granjas agropecuarias que supera las limitaciones de los sistemas actuales. Este modelo tiene como objetivo principal adaptar las políticas agrarias para hacerlas más efectivas y eficientes, basándose en el desempeño real de las fincas.
Un Nuevo Enfoque: Clasificación por Desempeño
La investigación, llevada a cabo por el grupo de investigación WEARE de la UCO, se centró en el sector de los cultivos herbáceos de secano en España, un área agrícola que representa una parte significativa de la producción alimentaria del país. Los investigadores diseñaron un modelo de tipología de explotaciones agrarias basado en indicadores de desempeño económico y ambiental, lo que permite una clasificación más precisa y útil para la formulación de políticas públicas.
Este enfoque se centra en qué es lo que producen las fincas y en cómo lo hacen, considerando tanto el beneficio económico para los agricultores como el impacto en el conjunto de la sociedad. Para ello, se seleccionaron indicadores clave relacionados con la productividad, rentabilidad, viabilidad económica, biodiversidad y emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), entre otros.
Clasificación en Tres Grupos de Explotaciones
El modelo propuesto permitió clasificar las explotaciones agropecuarias en tres grupos principales:
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Explotaciones Económicamente Sostenibles: Estas fincas logran resultados sobresalientes en términos de productividad y rentabilidad, pero presentan desafíos en cuanto a su impacto ambiental.
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Explotaciones Climáticamente Sostenibles: Estas explotaciones, por su parte, priorizan el respeto por el medio ambiente, logrando reducir sus emisiones de GEI y promover la biodiversidad, aunque su rentabilidad económica puede ser menor.
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Explotaciones de Desempeño Mixto: Estas fincas obtienen buenos resultados tanto en el ámbito económico como en el ambiental, y representan un equilibrio ideal en el que se debe basar el futuro del sector agrario.
Este enfoque permite a los responsables de la formulación de políticas agrarias adaptar sus instrumentos y programas a las características específicas de cada tipo de explotación, mejorando la eficiencia de las medidas y fomentando un desarrollo más sostenible en el sector.
Recomendaciones para las Políticas Agrarias
El investigador Gómez-Limón destacó que este nuevo enfoque ofrece una herramienta valiosa para diseñar políticas agrarias más inclusivas y precisas, que se adapten a las necesidades reales de cada explotación. «Este enfoque para la construcción de tipologías de explotaciones puede ser útil para la formulación de políticas, ya que permite una mejor evaluación de cómo las fincas contribuyen al logro de los objetivos de las políticas«, subrayó.
Proponen que estos tres tipos de explotaciones agrarias sean considerados como grupos objetivo diferenciados, para los cuales se diseñen instrumentos específicos. Esto permitiría que las políticas sean más eficientes y respondan de manera más eficaz a las necesidades del sector, fomentando tanto la sostenibilidad económica como la ambiental.
Un Modelo Basado en Datos Estadísticos
Para desarrollar este modelo, los investigadores de la UCO utilizaron un enfoque estadístico riguroso, basado en la recopilación y análisis de datos de explotaciones agropecuarias en toda España. Los indicadores económicos seleccionados incluyen la rentabilidad y la viabilidad de las explotaciones, mientras que los indicadores ambientales se centraron en la biodiversidad y las emisiones de GEI.
Este método permitió identificar patrones en el desempeño de las explotaciones y crear un modelo que clasifica las fincas en función de sus resultados. El uso de herramientas estadísticas avanzadas ha sido fundamental para garantizar la precisión y la validez de los resultados obtenidos.
Financiación y Apoyo Institucional
El estudio ha sido publicado en la prestigiosa revista científica Journal of Environmental Planning and Management, y ha recibido financiación de varios proyectos relevantes, incluidos el proyecto TRANSECOag y el proyecto FARMPERFORM. Estos proyectos han sido claves para proporcionar el respaldo necesario para llevar a cabo la investigación y garantizar su éxito.
El trabajo también contó con el apoyo de la Universidad de Córdoba, que financió un contrato predoctoral para el investigador Jaime Martín-García como parte de su Plan Propio de Investigación.
Implicaciones a Futuro
Este nuevo enfoque de clasificación de explotaciones tiene el potencial de transformar la manera en que se diseñan y aplican las políticas agrarias en España y más allá. Al adaptar las políticas a las características específicas de cada tipo de explotación, se puede mejorar significativamente la eficiencia de las intervenciones gubernamentales y fomentar un sector agrario más sostenible y resiliente.
El estudio de la UCO ofrece una base sólida para continuar investigando en la dirección de la sostenibilidad agraria, y sugiere que la clave para lograr un equilibrio entre el desempeño económico y el impacto ambiental radica en una evaluación más matizada de las explotaciones.
La clasificación de explotaciones agropecuarias basada en su desempeño económico y ambiental propuesta por el grupo WEARE de la Universidad de Córdoba representa un avance significativo en la búsqueda de una producción alimentaria sostenible. Este modelo no solo contribuye al diseño de políticas más eficaces, sino que también ofrece una herramienta práctica para los agricultores y responsables políticos interesados en mejorar la sostenibilidad del sector agrario.
Referencia: Gómez-Limón, J. A., Martín-García, J., & Granado-Díaz, R. (2024), “Building a typology of farms based on their performance: a tool to support agricultural policy-making”, Journal of Environmental Planning and Management, 1–27. https://doi.org/10.1080/09640568.2024.2391060.
