
En una destacada operación, denominada “AGROVALLE”, el Equipo ROCA de la Guardia Civil de La Roda ha logrado esclarecer doce hechos delictivos vinculados a robos con fuerza en naves y almacenes de fincas agropecuarias en varias localidades de la provincia de Albacete. Las detenciones y pesquisas han revelado una trama delictiva que afectaba a la seguridad patrimonial de los agricultores, quienes sufrían pérdidas significativas de productos agrícolas, herramientas, baterías, gasóleo y chatarra.
El operativo, desplegado como parte de los esfuerzos de la Guardia Civil para prevenir y esclarecer actividades ilícitas contra el patrimonio, se inició tras la sucesión de robos en varias localidades albacetenses. El modus operandi reveló un patrón consistente, donde los perpetradores, utilizando una máquina radial, forzaban candados y cerraduras para acceder a naves y almacenes, saqueando cualquier objeto de valor en su interior.
Las investigaciones llevaron al Equipo ROCA a centrarse en un vecino de Albacete, de 44 años, como el presunto autor de estos delitos. El individuo, además de sustraer chatarra, productos agrícolas, herramientas y gasóleo, operaba durante la noche, desplazándose en un vehículo junto a cómplices para vender los efectos robados de inmediato. Tres personas adicionales, con edades entre 42 y 49 años y residentes en Albacete, fueron investigadas en relación con la mayoría de los robos.
Amplitud geográfica y naturaleza de los robos
La banda delictiva, desarticulada con estas detenciones, operaba en diversas localidades albacetenses, incluyendo Alcalá del Júcar, Madrigueras, Valdeganga, Chinchilla de Montearagón, Pozuelo y la ciudad de Albacete. Los robos, cometidos entre septiembre y octubre de 2023, sumaron un total de doce, afectando a explotaciones agrícolas y causando un grave perjuicio económico a sus propietarios.
La intervención policial no solo condujo a la detención de los presuntos responsables, sino que también permitió la recuperación de diversos efectos robados. Entre ellos se encuentran 500 kilos de cebollas, 750 kilos de almendras, 70 litros de gasóleo, 21 baterías de vehículos, perfiles de aluminio, motores eléctricos, alternadores, herramientas y más. Estos artículos ya han sido devueltos a sus legítimos propietarios, aliviando en parte las pérdidas sufridas.
La compleja operación contó con la colaboración de diversas unidades de la Guardia Civil de Albacete, incluyendo efectivos de Seguridad Ciudadana. Las diligencias instruidas, junto con la persona detenida, fueron presentadas ante el Juzgado de Instrucción de guardia en Albacete, resultando en el ingreso en prisión del principal sospechoso.
Esta exitosa operación resalta la efectividad de las fuerzas de seguridad en la protección del patrimonio agrícola y subraya la importancia de la cooperación ciudadana en la prevención y esclarecimiento de delitos en el ámbito rural.
La operación “AGROVALLE” no solo ha sido un triunfo para la Guardia Civil en la resolución de estos delitos, sino que también ha proporcionado una sensación de alivio a la comunidad agrícola de Albacete. Los agricultores, afectados por los constantes robos, pueden ahora retomar sus actividades con mayor tranquilidad, sabiendo que las autoridades han actuado con determinación para salvaguardar su patrimonio. La cooperación entre la Guardia Civil y la comunidad agrícola se ha revelado fundamental para el éxito de la operación.
El uso de una máquina radial para forzar cerraduras y la selección específica de productos agrícolas, herramientas y chatarra como objetivos delictivos revela una planificación cuidadosa por parte de los perpetradores. Este modus operandi sugiere una comprensión detallada de la realidad agrícola y de las valoradas mercancías presentes en las instalaciones saqueadas. La investigación detallada llevada a cabo por la Guardia Civil demuestra la importancia de la especialización en la lucha contra delitos rurales.
La magnitud de la operación “AGROVALLE” subraya la necesidad de un enfoque integral para abordar los problemas de seguridad en las áreas rurales. Además de las fuerzas del orden, la participación activa de la comunidad agrícola, la implementación de tecnologías de seguridad avanzadas y la coordinación interinstitucional son esenciales para prevenir y combatir este tipo de actividades delictivas, protegiendo así los recursos y medios de vida de los agricultores.
El impacto económico y emocional de estos robos no puede subestimarse. Los agricultores, que ya enfrentan desafíos significativos en su labor diaria, se ven afectados doblemente por la pérdida de sus productos y herramientas esenciales. La rápida acción de la Guardia Civil y la recuperación de una cantidad sustancial de los artículos robados proporcionan cierto grado de consuelo y restauran la fe en la capacidad de las fuerzas del orden para abordar las amenazas que enfrenta la comunidad agrícola.
La detención y enjuiciamiento de los presuntos responsables no solo busca impartir justicia sino también enviar un mensaje claro de que la actividad delictiva en las áreas rurales no será tolerada. La colaboración continua entre las autoridades y la comunidad es esencial para mantener un ambiente seguro y protegido para los agricultores. Esta operación destaca la importancia de la vigilancia comunitaria y la rápida respuesta de las fuerzas del orden para mantener la integridad de las explotaciones agrícolas y el bienestar de quienes dependen de ellas.