Las siembras de la remolacha en Andalucía, recuerdan desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de esa comunidad autónoma, se han dilatado mucho en el tiempo como consecuencia de las escasas lluvias registradas, comenzándose en octubre y finalizando en enero. Los periodos de mayor concentración de parcelas sembradas han coincidido con los únicos donde ha llovido, esto es, primeros de noviembre y finales de diciembre. Estas condiciones meteorológicas han provocado una pésima nascencia del cultivo, teniéndose que resembrar muchas parcelas. A pesar de estas malísimas condiciones pluviométricas, se han sembrado más de 8.000 ha de remolacha azucarera en Andalucía.
El estado fenológico dominante del cultivo durante este mes de febrero ha pasado desde el estado “BBCH: 15” (5 hojas desplegadas), hasta el estado “BBCH: 31-33” (10-30% suelo cubierto). Dada la amplitud de las fechas de siembra el estado fenológico difiere mucho de una parcela a otra. Las más tempranas (siembras de octubre) han estado entre los estados fenológicos “BBCH: 36-39” (61-90% suelo cubierto) y “BBCH: 41-43“ (10-30% tamaño raíz estimado); mientras que las más tardías (siembras de enero) se han encontrado entre los estados fenológicos “BBCH: 00” (Semilla seca) y “BBCH: 10-11” (Cotiledones).
El hecho más destacado de este mes de febrero han sido la sequía y las temperaturas, las cuales han ido marcando la evolución vegetativa del cultivo, con un desarrollo más lento de lo habitual y deseado. El desarrollo vegetativo en las parcelas de riego está siendo más o menos normal, no así en las de secano, las cuales presentan un retraso fenológico importante. Si no llueve pronto, y de forma abundante, se pueden perder muchas parcelas de secano. Del mismo modo, si persiste la actual sequía, se puede ver mermada la dotación de agua de riego actualmente disponible en las Demarcaciones Hidrográficas de la provincia (principalmente la del Guadalete-Barbate).
Los abonados de cobertera y los tratamientos herbicidas de postemergencia se han ralentizado y atrasado en muchas parcelas, debido al retraso fenológico y la sequía. En circunstancias normales ya estarían todos (o casi todos) aplicados. La media de la densidad de plantación ha rondado las 97.000 plantas/ha en Cádiz y las 101.000 plantas/ha en Sevilla.
En referencia a cleonus (Temnorhinus mendicus), esta campaña, al igual que la anterior, en Cádiz, no se han colocado trampas para capturar adultos de esta plaga; mientras que, si se han colocado en Sevilla, donde se empezaron a registrar capturas de adultos la segunda semana de febrero. Los niveles de capturas de adultos han sido bajos en general durante todo el mes, con un acumulado de 0,7 adultos/trampa y día. En cuanto al daño de pantas en las lindes, se ha observado una media provincial del 5% de plantas afectadas.
La presencia de lixus (Lixus scabricollis) ha sido nula en Cádiz, e insignificante en Sevilla, observándose los primeros adultos de esta plaga la última semana de febrero, con una media provincial de solo 0,3 adultos/U.M. (Unidad de Muestra=50 plantas). El año pasado por estas fechas, la media provincial de Sevilla era de unos 3 adultos/U.M., y en Cádiz de 0,3.
Respecto a individuos de cásida (Cássida vittata), en Sevilla se ha registrado, a final de febrero, una media provincial de más de 4,7 adultos/U.M. y 2,1 huevos+larvas/U.M. Mientras que en Cádiz ésta ha sido algo mayor, de 6,9 adultos/U.M. y 3,8 huevos+larvas/UM. El año pasado por estas fechas, los niveles de esta plaga eran similares a este año en Cádiz, pero muy superiores en Sevilla.
Los primeros adultos se observaron a finales de enero, y los primeros huevos la segunda semana de febrero. En la provincia de Sevilla se ha tenido que realizar, en alguna parcela puntual, tratamiento insecticida para controlar esta plaga.
La presencia de larvas de noctuidos defoliadores (Spodoptera spp.) ha sido prácticamente nula en ambas provincia, registrándose valores inferiores a 0,1 larvas pequeñas/U.M.
Los primeros pulgones sobre el cultivo se han detectado a finales de febrero, tanto en Sevilla como en Cádiz, con unos registros de presencia muy bajos, con medias provinciales que no han superado 1 colonia (>25 pulgones) /U.M.
Los niveles de cercospora (Cercospora beticola) han sido muy bajos durante febrero, siendo algo más elevados en Sevilla, donde se registró una media provincial, a final de mes, del 0,3% de hojas intermedias con presencia; mientras que en Cádiz el máximo valor de la media provincial ha sido del 0,2% registrado también a finales de febrero. No ha sido necesario realizar aún tratamiento fungicida. Las actuales condiciones meteorológicas no están siendo favorables para su desarrollo, una vez vuelvan las lluvias se recomienda seguir la evolución de esta enfermedad muestreando periódicamente el cultivo.
No se observa aún presencia de roya (Uromyces betae) en el cultivo.