Muchos consumidores alrededor del mundo están cada día más preocupados con lo que comen y por eso los fabricantes de alimentos utilizan sus etiquetados para informar a las personas acerca de todo lo que considera relevante. No solamente están presentes datos como ingredientes o valor nutricional, sino una serie de informaciones adicionales, como el contenido en aditivos químicos, origen del producto, si ha sido producido de manera sostenible, si contiene alérgenos, si es apto para veganos, etc.
Para cumplir con la demanda de información por parte de los consumidores, la industria alimentaria se ha actualizado muy rápidamente. Según datos del informe Mintel Global Food & Drink Trends 2018, solamente entre septiembre de 2016 y agosto de 2017 se ha incrementado un 22% la divulgación de reclamos de salud, éticos y medio ambientales en los alimentos en todo el mundo. Pero es importante destacar que no siempre este tipo de información es válida o legal. Por ejemplo, un estudio hecho en Italia ha demostrado que en los productos derivados de cereales y en los frutos secos disponibles en los supermercados había hasta un 25% de incumplimiento de la legislación de etiquetado.
Por lo tanto, es imprescindible comprender que el etiquetado de los alimentos es un tema regulado por legislaciones europeas que tienen el objetivo de evitar engaños a los consumidores. Porque informar sobre los alimentos es importante, pero hay que hacerlo de manera correcta. Para comprenderlo mejor, explicamos en la siguiente infografía qué informaciones son obligatorias en el etiquetado de los alimentos.
Además de las informaciones básicas, los productores también pueden declarar la presencia no intencionada de alérgenos a través del Etiquetado Precautorio de Alérgenos (EPA). Eso se aplica en el caso de que durante la fabricación exista un riesgo de contaminación cruzada con un alérgeno que no pueda ser eliminado y que tenga la capacidad de causar daño a la salud. En estas circunstancias, debe figurar en el etiquetado la mención “puede contener” seguida del alérgeno en cuestión.
En los últimos años, se ha visto que muchos fabricantes utilizaban el etiquetado precautorio de manera abusiva. Eso llevaba a que las personas alérgicas tuviesen muy pocas opciones de compra y que este tipo de alegaciones perdiesen la credibilidad. Actualmente las empresas, asociaciones y agencias de vigilancia trabajan en reducir el uso del EPA para así aumentar su eficacia. Para ello se ha diseñado una serie de procedimientos básicos que las industrias tienen que llevar a cabo a fin de garantizar que sus productos protejan la salud de todos los consumidores. En la siguiente infografía explicamos, en un caso práctico, la utilización o no del etiquetado precautorio en los alimentos.
Beatriz Castro – Fundación Antama
