
Un reciente estudio del INTA ha arrojado luz sobre la importancia de las raíces de los cultivos en el ciclo del carbono.
Este hallazgo, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina, subraya la relevancia de incorporar cultivos de cobertura y pasturas en la rotación de cultivos para mantener un suelo rico y saludable durante todo el año.
Importancia de las Raíces en el Ecosistema del Suelo
Las raíces no son solo parte vital de las plantas, sino también ingenieras del ecosistema del suelo. Ellas aseguran un flujo constante de carbono de la atmósfera al suelo, siendo más eficientes en la estabilización de este carbono que los residuos en superficie. Además, poseen un mayor tiempo de persistencia en el suelo, lo que es crucial para la salud y fertilidad del mismo.
Algunas imágenes de las investigaciones y análisis llevados a cabo por el Instituto Tecnológico Agropecuario de Argentina.
Estudio del INTA: «Roots are the key for soil C restoration»
El estudio, titulado Roots are the key for soil C restoration: a comparison of land management in the semiarid Argentinean Pampa y publicado en Soil Tillage Research, examinó distintas prácticas de manejo de suelo en la pampa semiárida argentina. Las prácticas incluyeron pasto natural, rotación cultivo-pasto, monocultivo de soja, y cultivo con cobertura. Los resultados mostraron diferencias significativas en la cantidad de carbono que se incorpora al suelo, tanto en residuos superficiales como en raíces.
La Relación Entre las Raíces y la Microbiota del Suelo
La investigadora Ileana Frasier, del Instituto de Suelos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina , explicó que el carbono y el nitrógeno de las raíces son factores clave en el aumento de la abundancia de microorganismos del suelo. Esto se debe al contacto directo de las raíces con la matriz del suelo y a los exudados radiculares, que estimulan la actividad microbiana.
Beneficios de la Rotación de Cultivos y las Pasturas
La inclusión de cultivos de cobertura y pasturas en la rotación de cultivos ofrece múltiples beneficios. No solo proporciona un sistema radicular activo durante todo el año, favoreciendo el ciclado de carbono, sino que también mejora la estabilización del carbono en el suelo en comparación con el monocultivo de soja.
Nitrógeno y Carbono Orgánico: Factores Cruciales
El nitrógeno juega un papel vital tanto para el desarrollo de las plantas como para los microorganismos del suelo. Según Frasier, tanto la cantidad como la calidad de las raíces, junto con factores ambientales, regulan la capacidad de carga microbiana del suelo. Además, un mayor aporte de nitrógeno incrementa la producción de compuestos orgánicos simples, lo que beneficia las reservas de carbono orgánico.
Comparación entre Diferentes Prácticas de Manejo
El estudio reveló que los pastizales naturales y las pasturas rotadas mantuvieron valores altos y estables de carbono en raíces y residuos. Sin embargo, los valores disminuyeron significativamente al pasar a la secuencia agrícola. Por otro lado, el monocultivo de soja mostró pérdidas de carbono, mientras que la inclusión de cultivos de cobertura mejoró tanto la cantidad de residuos en superficie como el carbono en raíces.
Los hallazgos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina resaltan la importancia de las raíces en la restauración y mantenimiento del carbono del suelo. La implementación de prácticas agrícolas que promuevan un sistema radicular saludable y activo es esencial para la salud del suelo y la sostenibilidad ambiental. Estos descubrimientos abren nuevas vías para mejorar las prácticas agrícolas y contribuir significativamente a la lucha contra el cambio climático mediante la gestión efectiva del carbono del suelo.