
Según los últimos datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la producción mundial de frutas y hortalizas alcanzó en 2023 un total de 1.967 millones de toneladas, lo que representa un incremento del 1,5% en comparación con el año anterior. Sin embargo, este crecimiento no ha sido uniforme entre los principales países productores. España cae al puesto 11 de la producción mundial desde el octavo en el que se situaba en 2020 con China, India y Estados Unidos manteniendo el liderazgo
España pierde 4 millones de toneladas en cuatro años
Entre 2020 y 2023, la producción hortofrutícola de España cayó de 32 millones de toneladas a 28 millones de toneladas, una reducción del 12,5%. Este descenso ha llevado al país a ser superado por Indonesia, Egipto y Ucrania, quienes han experimentado un comportamiento más estable o incluso un crecimiento en el mismo período.
- Indonesia ha pasado del puesto 11 al puesto 8, aumentando su producción de 31 millones a 34 millones de toneladas.
- Egipto subió del décimo al noveno lugar, incrementando su volumen de 31 millones a 33 millones de toneladas.
- Ucrania, a pesar de una ligera reducción en su producción, de 31 millones a 30 millones de toneladas, ha conseguido adelantar a España, quedándose en la décima posición.
Por su parte, otros productores como Rusia han mantenido cifras estables en torno a 35 millones de toneladas, asegurando su posición dentro del ranking.
Principales factores del descenso en España
El declive de la producción hortofrutícola española puede atribuirse a varios factores:
- Condiciones climáticas adversas: Sequías prolongadas, olas de calor y lluvias torrenciales han afectado significativamente los rendimientos de cultivos clave como el tomate, el pimiento y la uva.
- Competencia internacional: Países como Egipto e Indonesia han incrementado su competitividad gracias a costes de producción más bajos y estrategias de exportación agresivas.
- Costes de producción elevados: Los altos precios de insumos como fertilizantes, energía y mano de obra han reducido la rentabilidad para los agricultores españoles.
- Crisis en cultivos específicos: La caída en la producción de tomate para industria y uva para vinificación ha tenido un impacto directo en las cifras totales de producción.
La importancia del sector hortofrutícola español
A pesar de su descenso en el ranking, el sector hortofrutícola español sigue siendo uno de los pilares de la economía agrícola nacional, generando empleo y siendo líder en la exportación de frutas y hortalizas frescas en Europa. España exporta más del 50% de su producción a países de la Unión Europea, siendo Alemania, Francia y Reino Unido sus principales mercados.
Comparativa global: Crecimiento de los 10 primeros productores
Los datos recopilados por la FAO y procesados por FEPEX muestran que, a nivel mundial, los 10 principales productores han experimentado un comportamiento diverso en los últimos cuatro años:
País | Producción en 2020 (millones de toneladas) | Producción en 2023 (millones de toneladas) | Cambio (%) |
---|---|---|---|
China | 690 | 705 | +2,2% |
India | 290 | 300 | +3,4% |
EE.UU. | 150 | 153 | +2% |
Brasil | 120 | 122 | +1,7% |
Rusia | 35 | 35 | 0% |
Indonesia | 31 | 34 | +9,7% |
Egipto | 31 | 33 | +6,5% |
México | 30 | 31 | +3,3% |
Ucrania | 31 | 30 | -3,2% |
España | 32 | 28 | -12,5% |
Impacto en el futuro del sector español
La salida de España del top 10 mundial de producción hortofrutícola representa no solo un golpe para el reconocimiento internacional, sino también un desafío económico y estratégico. Expertos del sector abogan por medidas como:
- Mayor inversión en innovación y tecnología agrícola para optimizar los rendimientos.
- Incentivos fiscales y económicos para reducir los costes de producción.
- Diversificación de mercados para depender menos de la Unión Europea y explorar nuevas oportunidades en Asia y América.
Conclusiones
La pérdida de posiciones en el ranking mundial refleja los retos que enfrenta España en su producción de frutas y hortalizas. Sin embargo, con estrategias adecuadas y un enfoque en la sostenibilidad, el sector puede recuperar competitividad y garantizar su relevancia en el escenario global