En una época cada vez más comprometida con la protección ambiental, el uso de las energías se cuenta al milímetro. Este es el caso de los biocarburantes que, obedeciendo a la legislación comunitaria no pueden producir si sus reservas provienen de zonas con elevada biodiversidad o concentración de carbono, por ejemplo.
Sin embargo el trato no es igual en otros sectores agroindustriales: “Estos siguen usando los mismos métodos sin tanto control para la alimentación o ganadería y por ello no podemos seguir pagando las culpas de la incoherencia regulatoria que supone no exigir a otros sectores los mismos requisitos de sostenibilidad”asegura Óscar García, Presidente de APPA Biocarburantes.
Los biocarburantes, la mejor alternativa al petróleo
Por ello y como medida preventiva, desde la organización proponen medidas como la prohibición del drenaje de turberas o la creación de incentivos económicos que, a su juicio, podrían los cambios del uso de la tierra que se atribuyen a biocarburantes. Es más, aseguran que un reciente estudio de la Comisión Europea avala que el uso de biocarburantes no han generado ocupación de tierras en África ni ha afectado a la seguridad alimentaria del planeta.
Los biocarburantes, que se muestran como una alternativa al aún elevado uso del petróleo siguen reclamando a través de organizaciones como APPA que se tomen objetivos a largo plazo con el horizonte fijado en el año 2030 o incentivos fiscales para quienes produzcan biocarburantes a partir de residuos agrícolas, industriales o urbanos.