El XIII Simposio de los Museos del Vino de España aborda el tema de las construcciones tradicionales y la naturaleza como recurso enoturístico

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El Castillo de Peñafiel ha acogido durante el día de ayer, jueves 11 de junio, la segunda jornada del XIII Simposio de los Museos del Vino de España que, bajo el lema “La cultura del vino”, se está desarrollando hasta mañana viernes 12 en los castillos de Peñafiel y Fuensaldaña con la presencia de la mayoría de los 36 Museos del Vino de toda España que forman parte de la Asociación.

A primera hora de la mañana José Manuel Ferreira, enólogo de la empresa Palacio de Canedo en Arganza (León), iniciaba su ponencia bajo el título ‘Puesta en valor de construcciones tradicionales a disposición del enoturismo’. Sustituyendo al alma mater de este proyecto, José Luis de Prada, ausente por motivos de agenda, el enólogo de la empresa leonesa iniciaba su exposición contando la andadura que la empresa berciana ha tenido en el mundo del vino. Transmisora y conservadora de la cultura popular vinculada a la enología, Palacio de Canedo y Prada a Tope comenzó en 1.972 apostando por la sostenibilidad creando riqueza en el propio entorno y siendo compatible con el propio paisaje. Precursores y potenciadores de una industria integrada en el medio siempre han realizado una apuesta por mantener lo tradicional integrando tanto en arquitectura, como en la cultura, la gastronomía y la enología.

Todo ello sin olvidar la creación de riqueza, de empleo y de máxima sostenibilidad con el medio vinculada al turismo, para lo cual cuentan con una base de: producción enológica, enoturística, elaboración de productos tradicionales, restauración y hospedaje.

A continuación, Carlos Capilla, director técnico de la D.O. Arribes ha presentado su ponencia sobre ‘La naturaleza como recurso enoturístico’. Tras el reciente nombramiento de la zona de Los Arribes como Reserva de la Biosefera, Carlos Capilla ha dado a conocer las diferencias de esta Denominación de Origen frente a otras. Centrándose en diferentes microproyectos que han surgido en la zona y teniendo el turismo de naturaleza como base, se ha realizado un recorrido por la realidad y actualidad de esta D.O.

Y de esta manera ha dado a conocer proyectos tan singulares por su características como son: Hacienda Zorita (bodega de 70 hectáreas) que cuenta con hotel, bodega y es un proyecto turístico muy bien concebido, o el proyecto Quinta Las Velas, bodega de Vino de Garaje con una producción de 1.200 botellas de dos variedades en Ahigal de los Aceiteros, creada por un matrimonio; sin olvidar la bodega Almaroja de Fermoselle que lucha por la agricultura ecológica y la hemodinámica y cuenta con capital extranjero ya que su propietaria es una mujer británica con formación enológica en Francia; la bodega Las Fontanitas, de nueva incorporación a la D.O. y que da a conocer una forma de turismo similar al conocido ‘agriturismo’ de Italia (bodega con casa rural y alojamiento). Además ha recogido la experiencia de la bodega La Setera de Fornillas de Fermoselle que ofrece toda la posibilidad agro-enológica de la zona realizando: queso artesano de cabra, vino, aceite, vinagre, cerveza, aguardiente…

Y frente a estas empresas más novedosas y diferentes ha recordado que la D.O cuenta también con importantes bodegas tradicionales que mantienen la historia a la hora de producir sus vinos como son El Pulijón en Fermoselle y la Bodega de Amable en Villarino de los Aires (Salamanca).

Para terminar el director técnico de la D.O. Arribes ha señalado que toda esta zona conjuga gastronomía, enología y naturaleza gracias a toda esta oferta que une cultura, tradición e innovación.

Posteriormente, Mª Del Canto Marcos, presidenta del Patronato de la Casa de Cultura del Ayuntamiento de Zamora, ha presentado su ponencia sobre ‘La Fiesta de la Vendimia de Toro’. En la misma, ha realizado un recorrido por una de las fiestas más tradicionales de la provincia de Zamora. Con orígenes en la Edad Media, Toro recuperó con más fuerza esta fiesta en el año 1.972 para, desde ese momento, ir fortaleciendo el esplendor de una tradición tan vinculada a la villa como a la propia historia.

50 carros de llantas metálicas y varas, tirados por reatas de mulas y cargadas con cestas de vendimiar llenas de uvas recorren las calles entre música, y hombres y mujeres ataviados con las ropas tradicionales durante tres días que coinciden con las fechas de la Virgen del Pilar. Todos los carros van decorados con los elementos tradicionales con los que los arrieros se desplazaban para vendimiar por diversos municipios (trébedes, aperos de cocina, bacaladas…) y llevan en lo alto a los niños/as. Las cestas de comida que las mujeres han preparado con esmero para realizar esa vendimia van llenas de torreznos, tortillas, pimientos, bacalao con fricandor (pisto), bollos de manteca, aguardientes… que llegarán hasta la plaza de Toro. Tras un desfile de dos horas, más de 3.000 personas degustarán todos estos productos en una fiesta que incluye La Fuente de Vino (una cuba de 528 litros de vino ubicada en la plaza donde cada mozo que quiera beber deberá sortear al toro que deambula por el lugar).

Con la entrega de los premios al carro mejor ataviado, al hombre más reconocido, a las mejores cestas y el premio Lagarejo (al mejor vino casero de entre 50 o 60 botellas de vino de la comarca) se pone fin a la tradición.

Por último, Alfonso Benéitez, presidente de la Asociación de Sumilleres de León ha presentado su ponencia ‘El Madreo, una elaboración ancestral’. Basada en una técnica totalmente tradicional, El Madreo se lleva a cabo en la D.O. Tierras de León en la que se encuentran incluidos 8 municipios de la provincia de Valladolid. La misma consiste, según ha explicado el presidente de la Asociación, en agregar al mosto racimos de uva muy sanos. Esto hace que la fermentación, en su arranque, cree un sombrero que impide que los aromas escapen. Además consigue que el mosto gane, como mínimo, un grado más de alcohol y, cuando esos racimos se depositan en el fondo, produce un vino mucho más limpio. A la vez, esta técnica produce un añadido de CO2 de carbónico, una aguja natural que da lugar a un vino, en boca, más chispeante en paladar y lengua.

Siendo una técnica que no está regulada, pero que se realiza de forma tradicional, suele provocar que el producto final se encarezca un poco dado que el proceso de elaboración se alarga.

Con la Mesa Redonda sobre las Rutas del Vino para conocer el patrimonio de un territorio han finalizado las actividades matutinas que continúan con la visita a la Bodega Protos y, en horario de tarde, con la visita al Monasterio de Santa María de Valbuena (Fundación Edades del Hombre) y la visita a la colección de arte y biblioteca en Bodegas Mocén (D.O. Rueda).



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