El sector del vacuno de leche denuncia la continuada bajada de precios y reclama medidas adicionales para mitigar las pérdidas causadas por el veto ruso

Agronews Castilla y León

17 de septiembre de 2014

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Los ganaderos de vacuno de leche han dicho basta ante situación que están viviendo en los últimos meses, pues a la incertidumbre y las dudas que genera la desaparición de las cuotas lácteas en abril de 2015 se ha sumado las consecuencias que el veto ruso a determinados productos agroalimentarios de la Unión Europea está provocando en el sector, pues como se recuerda desde la Interprofesional láctea española en el citado mercado se vendían 2,2 millones de toneladas de leche a través, fundamentalmente de derivados como la mantequilla,37.000 tonelada, y el queso, 257.000 T.

Ante esta situación la citada interprofesional de la que forma parte ASAJA, COAG, UPA, Cooperativas Agroalimentarias y la Federación de Industrias Lácteas (FENIL) ha instado al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que traslade a la Comisión Europea la necesidad de tomar medidas suplementarias ante las graves consecuencias que para el sector está teniendo el veto ruso, pues las decididas hasta el momento se califican de insuficientes. Pues no se puede olvidar que la producción que no se vende ahora a Rusia se está dirigiendo a la producción de mantequilla y leche en polvo desnatada, que, como consecuencia del exceso de oferta, ya han visto como su precio ha caído un 15 y un 25 por ciento respectivamente.

Por este motivo, INLAC propone el establecimiento de una medida europea excepcional de intervención pública para la mantequilla y la leche en polvo desnatada a unos precios más elevados que los actualmente existentes, con un nivel mínimo para la mantequilla y para leche en polvo desnatada; equivalente en torno a 300-310 €/t en precio de la leche en origen.

Junto a esto, propone la Interprofesional fijar mensualmente volúmenes de compra: 1.000 toneladas de leche en polvo desnatada y 10.000 T de mantequilla sería, que sería una estimación del impacto del veto ruso.

Por su parte, La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) muestra su preocupación por la inquietante tendencia a la baja que han experimentado los precios de la leche en el campo desde enero de 2014, (-18,7%) y denuncia las inasumibles rebajas anunciadas por la industria para el mes de agosto, que dejarían el litro entre 0,32€-0,34€ según zonas, cifras que sitúan las explotaciones en el umbral de la rentabilidad.

En este sentido, COAG además de reiterar algunas de las peticiones de la Interprofesional como el ajuste de los precios de la intervención, demanda el impulso de un plan de reducción voluntaria indemnizada de la producción a nivel de explotación en el marco de la UE. Se trataría de una medida coordinada entre los 28 EEMM de la UE y en la que se respetarían unos compromisos mínimos de reducción de la producción en cada país. El objetivo sería que los ganaderos pudieran acogerse a este plan voluntariamente, pero respetando una coordinación a nivel comunitario que garantizase que ningún país redujera sus volúmenes en tal medida que implicara un riesgo de ejercer de “sumidero” del resto de producciones europeas.

Además, en el caso del mercado interno español, además, sería conveniente instar a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) a realizar investigaciones sobre los procedimientos y el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria por parte de los agentes de la cadena láctea (incluyendo a la industria transformadora)



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